viernes, 30 de octubre de 2020

Duelo de chapelas. Campana María

Julio Cía 1934 Campana María AMP
Algunos de niños, otros de jóvenes, los menos de viejos... Todo pamplonés, atraído por la Campana María, ha hecho lo imposible por subir alguna vez a la Torre Norte de la Catedral a admirar de cerca a la campana en activo más grande de España.
En esta preciosa imagen del Archivo Municipal, los jóvenes, tocados con chapela de amplio vuelo, parecen querer competir con el inmenso vuelo de la campana. A Julio Cía, el fotógrafo de la Catedral, le gustó el duelo de chapelas y sacó esta preciosa instantánea, inmortalizando el momento.
Pero, si os fijáis, no sólo han quedado inmortalizados los dos chapeldunes. Voy a ir a la página del Archivo Municipal para poder leer con comodidad el montón de nombres y apellidos, por si está algún pariente vuestro:
Tomás Pérez, Juanito Pérez (2 veces), Rafael, Manso, González (3 veces), Juanita (2 veces) 3-12-1919, Soto (2 veces), Herrero, Moreno... 
Y algunos más que no consigo descifrar.

Si nos ponemos debajo de la María, como los dos jóvenes, tenemos esta impresionante vista
Y más nos impresionamos cuando caemos en la cuenta de que éste no fue su primer emplazamiento

La Campana María (fabricación, transporte, 1ª y 2ª instalación)
Para cuando se pintó este cuadro (h. 1640), la María ya llevaba 56 años en la torre
Pincha y comprueba lo que aquí se dice
La campana la hizo Pedro de Villanueva el 15 de Septiembre de 1584. Así lo señala el rótulo grabado en la propia campana: "Petrus Villanueva me fecit anno MDLXXXIV die XV Septembris".
"La Campana grande se hizo siendo Obispo Don Pedro de la Fuente, reinando Don Felipe 2º"

De Güemes a Pamplona
Pedro de Villanueva tenía el taller de fundición en Güemes (Bareyo, Cantabria), localidad que dista más de 225 km de Pamplona.
La campana no quedó instalada en la torre románica de la Catedral (iglesia y el claustro ya en estilo gótico en los siglos xiv al xvi) hasta el 27 de Octubre del mismo año de 1584, tras 42 días de traslado (en carreta tirada por bueyes, supongo), a una media de 5,36 km/d.
Una vez al pie de la Catedral, "se subió en menos de tres horas, sin desgracia alguna el 27 de Octubre del referido año, á presencia del Señor Obispo, y Virrey, con otros muchos curiosos."
El sonido de la María lleva, pues, más de cuatro siglos (435 años) "meciendo en su abrazo" (gracias, Jesús Arraiza) a la cuenca de Pamplona.
En "Apuntes históricos sobre la catedral de Pamplona", donado a la Catedral por el bibliófilo Don José Antonio Mosquera en 1987, 206 p. no se dan más detalles técnicos de cómo se subió a la torre románica, pero me imagino que de forma muy parecida a la que -130 años después- se llevó a cabo en Toledo: maromas, poleas, rampas, forzudos, bueyes, railes, muro lateral...
Sin duda, el traslado de la campana María, con sus medidas (2,50 m de diámetro por 2,25 de altura) y sus más de 10 toneladas de peso  desde la torre románica en la que se ubicaba hasta la nueva torre fue un reto difícil, peligroso y sin precedentes conocidos. 
Cuando la torre norte neoclásica llegó a la altura de la románica -que albergaba a la María- Ochandátegui dirigió el peligroso traslado. Una vez instalada la María, se construyó  el tercer cuerpo de la torre con columnas de orden corintio que encuadran los arcos de medio punto destinados a las campanas y el remate campaniforme final, abrochando el conjunto.
Desde entonces -hacia 1800- la María no se ha movido de sus sitio y las reformas y arreglos se han efectuado in situ.

Iñaki Lacunza canta a la María

Como no podía ser menos, esta imponente campana, que en tan señaladas ocasiones nos ha cantado a pamploneses y cuencos durante más de cuatro siglos (dos, desde la torre románica y otros dos desde la neoclasica), se merecía que alguien la cantara a ella. Y "el Trovador de Pamplona", Iñaki Lacunza, se sacó de la chistera en 2012 una canción que... mejor escuchadla. ¡¡¡Y esa guitarra del "Chipi"!!!
Esta canción (me insiste Iñaki) quiere ser un homenaje y un agradecimiento, además de a Pedro de Villanueva, el fundidor de la María, a todos los campaneros que ha tenido la Catedral, que han subido centenares de veces los 151 escalones que llevan a la María, especialmente al último campanero José Rafael Leoz Yoldi; a los amigos valencianos que, como si fueran suyas (que también lo son), han restaurado las campanas y, por supuesto, a quienes, sin darle mayor importancia, quitándose tiempo de donde no hay, suben al campanario y, repicando y bandeando (¡qué bonito! nunca lo vi de niño, pero lo he visto ahora) las imponentes campanas, "mecen en su abrazo" a toda Pamplona y su Cuenca.

1ª ESTROFA
Dormida en tranquila paz
Sueña poder despertar,
Quebrar el silencio de la catedral;
Sueña con poder tocar,
Dar su alma a la ciudad,
Elevar al cielo su ronco cantar.

No hay pregonera mejor
De alegría , de dolor*,
Cadencia profunda
Que encierra pasión.
En los días más grandes
Vuelve a repicar,
Al ver los gigantes
A sus pies bailar;
Y la vieja Pamplona
Que hace convocar,
Feliz y orgullosa
La escucha sonar.

ESTRIBILLO
Cuando ella canta en su torre,
Se estremece el corazón;
Todos murmuran su nombre
Con honda veneración:
"Es la campana María,
Es la campana mayor"
Su tañido suena a historia,
A leyenda y oración;
Su tañido es melodía
De la más bella canción.

2ª ESTROFA
Dormida en tranquila paz,
Nunca deja de esperar
El dulce consuelo de su soledad
Que, añorando su amistad,
Para que la haga doblar,
Suba un campanero de nuevo a su hogar.

Con respeto, con fervor,
Contenida la emoción,
Él le da sus manos,
Él le da su voz;
Y el sonido más claro,
Más fuerte, más fiel,
Nos mece en su abrazo
Al amanecer;
Y al sentir su llamada,
En gesto de humildad,
Sus mismas hermanas
Deciden callar

ESTRIBILLO
Cuando ella canta en su torre,
Se estremece el corazón;
Todos murmuran su nombre
Con honda veneración:
"Es la campana María,
Es la campana mayor"
Su tañido suena a historia,
A leyenda y oración;
Su tañido es melodía
De la más bella canción.
La lai lai la lai ... Vuelve campanero,
vuelve a hacerla despertar
La lai lai la lai...Dale vida campanero,
dale vida una vez más

El derribo de Casa Viscor (21.01.1914)

Primeros de enero de 1914: temporal de nieve (tejado) retrasa el derribo
Hay algunas páginas en Face-Pamplona que, para admitirte, te hacen preguntas tipo "¿cómo se llama el estadio de Osasuna?". Localizar esta foto es algo más complicado pero, si te fijas bien (y lees lo que viene a continuación), seguro que adivinas.
Ayer, otra vez en AMP, encontré las fotos -todas de don Aquilino García Deán- que buscaba de Casa Viscor y que, con la ayuda de la hemeroteca de DN, nos van a permitir conocer simpáticas anécdotas y datos precisos de la historia del derribo de los números 12 y 14 de Mercaderes.

Digamos, en primer lugar, que esa manzana no se ha llamado "Casa Viscor" hasta tiempos muy posteriores a su derribo. De hecho, si le preguntas a la hemeroteca por ella, te dará cero registros, incluso hasta 2020. Pero siempre será mejor llamarle con el apellido del administrador de las casas nº 12 y 14 de Mercaderes, que "triángulo feísimo", "manzana antiestética e incómoda"... de Mercaderes.
Está claro que su nombre no era tampoco "la manzana de la discordia": todo el mundo quería su derribo: vecinos, Ayuntamiento, prensa... hasta los amantes del Encierro, como luego veremos. Fijaos en esta reseña de DN de los Sanfermines 1913, en la Plaza Vieja:
11/07/1913 Segundo "Molinero", número 69, berrendo en negro, grande, escurrido de carnes y con los pitones entre escobillados y mogones. De salida se dirige a una plaza montada (un caballo con picador) y hace un derribo que en su barrio quisieran ver algunos vecinos de la calle de Mercaderes
Izda: vista desde Chapitela, de izda a dcha: 11 de Mercaderes, Casa Viscor (tras.), Calceteros.
Todo preparado (ver vayas y andamios) para el derribo
Y es que la gente se había hecho ilusiones (estimuladas desde alcaldía (Noviembre 1909 Diciembre 1913: Joaquín Viñas y Larrondo) de que, al tirar Casa Viscor, podría pasar el tranvía por la puerta de su casa, antes de Sanfermines de 1913:

01/04/1913 Hemos oído que el señor Alcalde se propone mandar desempolvar el expediente que se formó hace ya varios años para el derribo de las casas que forman un triángulo feísimo entre las calles Chapitela, Calceteros y Mercaderes. Y también se dice que el señor Alcalde tiene el propósito de realizar las gestiones convenientes para que, aprovechando el vacío que quedará allí, pueda hacerse pasar el tranvía por las calles Chapitela, Zapatería y San Antón, y también por las de San Saturnino y Mayor. Estos proyectos sobre el paso del tranvía por esas calles parece dar á entender que el proyecto de derribo puede llegar a realizarse. Mucho nos alegraremos de que así sea, y mucho más de que pueda realizarse para San Fermín, como se anuncia. 
Por parte del Juan Viscor, el administrador, no había mayor problema:
10/04/1913 Don Juan Viscor, administrador de la mayor de las dos casas (números 12 y 14 de Mercaderes) que hay entre las calles de Chapitela, Calceteros y Marcaderes.., ha pasado una comunicación al señor alcalde diciendo que justiprecia dicha finca en pesetas 75.000 y manifestando que se aviene a que otro perito haga una nueva tasación para ver de llegar a un arreglo. Por la otra casa pide su propietario la cantidad de 80.000 pesetas. 
¡¡¡Lo que ganó la zona con esa plaza!!! Julio Cía 1930 ca.
Ni por parte del Ayuntamiento:
11/10/1913 ...estética de la ciudad y comodidad del vecindario la cuestión de la manzana de casas existente entre las calles de Chapitela, Mercaderes y Calceteros. En breve se firmarán las escrituras de compra-venta de dicha manzana y poco después se procederá al derribo de las casas que la forman. 
Los retrasos venían porque, al sacar el derribo a subasta, las empresas alargaban demasiado (40-50 días hábiles). Entonces Diputación se sacó un as de la manga:
25/12/1913 Decreto de la Excma. Diputación facultando para que por el sistema de administración y prescindiendo de las formalidades de subasta se proceda al derribo de las casas números 12 y 14 de la calle de Mercaderes de esta ciudad. Enterado y conforme. 

Aquilino G.D. "La Avalancha" (06.07.1914) ¿Primera foto tras el derribo?
Martinicorena se comprometió a hacerlo en 20 días hábiles a partir del 1 de Enero, pero como se ve en las fotos, el temporal de nieve retrasó todo casi una semana. A pesar de todo, dejaron la nueva plaza limpia para la tarde del 21 de ese mes.
22/01/1914
Cosas dé casa. La nueva plaza. Ayer (miércoles, 21.01.14), á media tarde, quedó completamente derribada la manzana de casas que había entre las calles de Mercaderes-Calceteros y Chapitela. Los señores Martinicorena se habían comprometido con el Ayuntamiento á derribar las casas y á retirar los escombros en veinte días laborables a contar desde el jueves, día 1. El derribo no pudo comenzarse el día 1. Todos sabemos que ello era imposible por culpa del temporal de nieves. El lunes (5, víspera  de Reyes) se dió el primer golpe de piqueta en la manzana y ayer (miércoles, 21) al mediodía se dió el último. Para media tarde ya no había en aquel sitio vestigio alguno de las casas derribadas. Es decir, que los señores Martinicorena han hecho el derribo en trece días y medio, porque no se trabajó los días festivos (11 y 18). Ayer á la tarde se levantó el acta correspondiente por el secretario del Ayuntamiento. 
Buena prueba de la alegría que despertó el derribo, bien ejecutado y en tiempo récord, fue lo que nos cuenta Martinena:
Hubo un detalle simpático y es que el vecino Julián San Juan tuvo el generoso rasgo de regalar a los obreros un barril de vino, con el fin de que lo bebieran a su salud.
Y en la hemeroteca de DN he encontrado:
22/01/1914 ...los señores Martinicorena regalaron á sus obreros unos corderos, y ayer los trabajadores tuvieron una cena en casa de Marceliano. ¡Bien la ganaron! A las cuatro de la tarde, cuando todo quedó terminado, se dispararon varias docenas de cohetes. Enviamos un aplauso a los señores Martinicorena y á todos los obreros que trabajaron en el derribo, que se han acreditado como hombres laboriosos. Y como á nosotros nos gusta ser siempre justos, al dar la noticia de que ha desaparecido aquella vieja y feísima manzana de casas, quedando allí una amplia plazoleta, felicitamos al ex alcalde señor Viñas que tanto y tan eficazmente trabajó para conseguir esta mejora.
Como veis, todos contentos y de fiesta ¡¡¡Y mira que había motivo para hacerla, disfrutarla y contarla en la prensa!!!

Aceras (trazo amarillo) y fachadas con Casa Viscor. Foto original:1963 De Miguel
Casa Viscor y el Encierro
En los últimos años -y gracias al antideslizante- los toros apenas se caen al tomar la curva de Mercaderes y entrar en Estafeta. Pero antes... Tras la caída, el toro podía quedar suelto: el mayor peligro del encierro, junto con los montones.
Desde 1914 -en los encierros de ese año ya no estaba Casa Viscor- ese punto del trayecto era un punto negro. Imaginemos -ayudados por la foto- qué peligro tenía que haber antes de esa fecha.
Saltan a la vista las consecuencias para el Encierro a la hora de tomar la curva de Estafeta. Hoy, los mansos experimentados la suelen tomar con un ángulo mucho más cerrado que el de antes.
Por cierto, no hay manera de encontrar una sola imagen del Encierro en Mercaderes con esa manzana en pie. Si alguien la conoce, la ha visto en algún cajón de casa del abuelo... ya sabe que su ayuda será muy bien recibida (patximendiburu@gmail.com).

jueves, 29 de octubre de 2020

Pamplona, jardines de hace un siglo

Mº a Navarro Villoslada, arranque del Bosquecillo. A la izda, Navas de Tolosa

Nuestros Archivos, desde hace algún tiempo, han puesto a nuestra disposición, con solo un clic, maravillas que antes nos costaban dinero y, sobre todo, tiempo.
Ayer descubrí en el Municipal un monográfico de Aquilino García Deán con cerca de 300 fotografías de una calidad insuperable. El sistema permite ampliarlas para ver los detalles que te interesan.
Entre los registros, me impresionó uno que lleva el curioso título de "Bellezas de mi patria". Son 16 fotografías de 1926, todo un reportaje sobre los jardines de Pamplona. Trece fotografías de los jardines de la Taconera y tres del jardín del Palacio de Navarra: Monumento a Sarasate, a Navarro Villoslada. el palomar, la caseta chinesca, el quiosco, el estanque de los cisnes, el surtidor trahumante...
Al ser tantas fotografías, es muy cómodo verlas a pantalla completa y, con las flechas, ir pasando de una a otra, ampliando para ver los detalles y descargarte las que te interesan. Una auténtica gozada.
Os pongo aquí algún detalle para que veáis la calidad de las imágenes:
Andén central. A Aquilino le gustaba poner gente en lo que quería retratar. Aquí ha conseguido que los chavales dejaran el aro con el que estaban jugando y que el chorta leyera atentamente el inmenso periódico.

El surtidor Ducel estuvo 53 años (1897-1950) donde hoy está Gayarre. Esta foto tiene que ser, por lo menos, cinco años posterior a 1926 (1) ya que se ve a un señor apoyado en la barandilla de lo que hoy llamamos Mirador de Vistabella. En 1931, se rellenaron los fosos del Baluarte de Gonzaga, se recrecieron los muros del frente norte hasta igualar la altitud de la pasarela (donde Teobaldo), se tiraron los muros que superaban dicha altitud y se adelantó el Mirador hasta el borde de la muralla (donde está el hombre de pie) que alcanza la Cuesta de la Reina. A finales de septiembre del mismo año se instaló la barandilla del nuevo Mirador, al que Romedobal bautizó -no oficialmente- con el título de «Vista Bella».
(1) Me avisa José Joaquín Pereyra Ugalde que la foto aparece en La Avalancha de 1926 y, efectivamente, así es. Tendré que estudiar más a fondo el tema.
Actualización 2021: No se trata de la barandilla de Vista Bella, sino la del antiguo Mirador.

Es una gozada comprobar que, cien años después, los jardines de la Taconera siguen mostrando el mismo aspecto, con motivos ornamentales (tejo en espiral) idénticos a los de entonces. Pasear por la Taconera es, también, introducirse en el túnel del tiempo.

Aquí tenéis los jardines de Diputación con otro bonito surtidor, pero éste tiene una concha menos. Si miramos en el SITNA, veremos que estuvo ahí, arrullando a la secuoya, hasta que en 1956-57 se fue a General Mola, hoy Merindades.

Lo dicho: pinchad en "Bellezas de mi patria" y solazaros en la contemplación tranquila de los jardines de entonces (a la Medialuna le faltaban unos pocos años para convertirse en parque).
Un orgullo para Pamplona:

miércoles, 28 de octubre de 2020

De nombre, "Osasuna"

D. de Navarra: La foto más antigua que se conserva de Osasuna se ubica en 1921,
cuando los rojillos se midieron al Fortuna de San Sebastián. D. de Noticias (Félix
Monreal): Temporada 1920-21. Algunos de los pioneros aparecen en la foto de esta
temporada. Son, de izquierda a derecha: Idoate, Azagra, Aldave, Rasero, Meaurio,
Aizpún, Moreno, Pacho Lusarreta, Gorraiz, Echarren y Gortari
Como reconoce Ciordia, de Diario de Navarra, "la historia de Osasuna ha estado llena, durante varias décadas, de inexactitudes". Para muestra este botón del propio DN del primer partido jugado el 24 de Octubre de 1920 en el campo del Ensanche entre el Regimiento y el "Osuna" (sic) y que puso el reloj en marcha para llegar ahora al centenario:
24/10/1920 DN Foot-ball. A las tres y media de hoy, en el campo del Ensanche, tendrá lugar un match de foot-ball, entre el equipo del regimiento de la Constitución y otro del «Osuna», nueva entidad deportiva constituida por fusión de la ‘Sportiva' y el ‘New Club'. Los equipos se alinearán en la forma siguiente: Constitución: Pinillos.., . «Osuna»: Altadill...
¡¡¡Osuna!!! ¡¡¡Y por dos veces!!!

De nombre, Osasuna
HISTORIA La elección de la denominación del club, uno de los enigmas

La Sportiva
La transformación de la Sportiva en 1920 para dejar atrás rencillas políticas y cimentar un club con los mejores jugadores implicaba, entre otros elementos, el cambio de nombre. Ninguno de los treinta entusiastas que estaban en aquellas reuniones en el Café Kutz de la Plaza de Castillo imaginaba la dimensión que alcanzarían aquellas decisiones.Lo fundamental era el consenso alcanzado para agruparse en una sociedad común y a ello había que ponerle un envoltorio. Los jóvenes fundadores eligieron el color rojo por la bandera de Navarra y como denominación, Osasuna. Ya quedó para siempre. Nadie sospechaba de la trascendencia. ¿De dónde salió aquella idea? Es la gran pregunta.
¿No era el 24 de Octubre de 1920?

Atendiendo a las fuentes escritas, es difícil dar respuesta.El Archivo de Navarra ha estado recabando datos de la procedencia del nombre en el fondo documental de Natalio Cayuela, expresidente del club.
La historia de Osasuna ha estado llena durante varias décadas de inexactitudes, tal y como reflejan los documentos de la época:
-No se ha valorado el peso que tuvo en su origen la Sportiva
-la fecha del comienzo es el 24 de octubre de 1920 y no el 17 de noviembre como por error se arrastró durante décadas
-y el primer presidente fue Eduardo Aizpún, y no Joaquín Rasero.
Con el nombre también hay confusión. Siempre se ha creído que su autor era Benjamín Adoáin pero hay informaciones de la época que lo contradicen.
Estaba entre la Jacoba y el Iruña
Hay un artículo publicado en Diario de Navarra con la firma de Jokintxo en 1933 que cuenta bastantes detalles de la mítica reunión en el Kutz y atribuye la autoría a Pepe Huici. La tercera teoría es que fuera Eladio Cilveti, fusilado en la guerra, según aseguró su hermano en una carta que se publicó en El Pensamiento Navarro en 1947. Huici y Cilveti fueron integrantes de la comisión auxiliar de deportes que la primera directiva nombró, junto a Arteaga.
El nombre de Osasuna rompió con el de otros clubes que habían nacido en aquellos tiempos en los que el fútbol comenzaba a ser un fenómeno social. La influencia inglesa era total con las palabras para interpretar el juego (off-side, referee, football, goal) y de los equipos de las ciudades del norte: Athletic, Racing, Sporting...
Aquí tampoco se optó por la ciudad ni se le puso un real por delante. En un club que quería alejarse de toda política, se optó por una palabra en euskera y que significara el objeto final de aquello. Se quería promover el deporte y la cultura física, y para ello se eligió una palabra que significara “fuerza, vigor y salud”. 

Las tres teorías

entre la Jacoba y el Iruña
1. Benjamín Adoáin.- El nombre de Benjamín Adoáin ha sido de los tres padres del bautismo quien más tinta ha llenado. El club siempre lo ha catalogado como tal, aunque sin tener la constancia documental de que así lo fuera. Fue homenajeado por ello en las bodas de oro. Contó que se inspiró en el título de un libro sobre gimnasia sueca “Salud, Fuerza y Belleza”, y que al gustarle los dos primeros términos, le pidió la traducción al euskera al entonces vizcaíno del equipo, Chomin Meaurio. Según su versión, el otro nombre que se presentó fue el de Indarra, “fuerza”. Se eligió Osasuna por “envolver un concepto más fino”.
En 1970, Francisco Altadill, uno de los fundadores, aportó su testimonio. “En esa reunión cuando se fundó el club se barajaron muchos nombres. El nombre de Osasuna fue propuesto por don Benjamín Adoáin y fue aprobado por mayoría”.


2. Pepe Huici.- La teoría de Pepe Huici tiene su credibilidad por el relato que hace Jokintxo solo trece años después de la fundación. Se pensó -según publicó- en “Pamplona Football-Club”, “Club Deportivo Pamplonés”, “Ariñ Pamplonés”, “Foral Foot-ball Club” y “Real Club Pamplonés”. “Ahora me toca proponer a mí” -dijo al parecer Huici en la asamblea- “¿Qué les parecería un nombre vasco para nuestro fútbol pamplonés? Yo les propongo que se llame Osasuna, que quiere decir salud y vida fuerte”. Todos se echaron a reír pues lo relacionaban con el nombre de una cooperativa de leche llamada Urtasuna que tenía un kiosko en la misma Plaza de Castillo. “Nos sonaba aquello de Osasuna, pero no como club deportivo. Precisamente, hacía poco tiempo que había fracasado una cooperativa de lechería que sus dirigentes le habían denominado Urtasuna”, relató. 
-He dicho, fíjense todos, Osasuna y no Ostasuna- nos replicó con seriedad
-Pero si no sabe nadie lo que es eso de Osasuna- le contestaron, según Jokintxo (Ilundáin).
-Pues ya lo sabrán y ya se acostumbrarán- zanjó Huici.

3. Eladio Cilveti.- Por último está la pista que dejó la familia Cilveti. Eladio estuvo vinculado en los primeros años. Al tiempo de que cobrara con fuerza que había sido Adoáin, su hermano mandó una carta a un diario explicando que Eladio y Perillán Ortiz de Urbina, secretario de la Sportiva y de Osasuna, recurrieron a su madre y a Meaurio. Plantearon “Gogorrak (los fuertes), Osasuna (salud) y Lagun enertean (entre compañeros)”.




martes, 27 de octubre de 2020

Vuelta del Castillo-Milagrosa-Laquidáin

Ayer me mandó mi amigo Pío Guerendiáin uno de esos encargos que me encantan: "¿El pueblo del fondo, cuál es? La foto, desde mi terraza en Vuelta del Castillo".
La imagen, como veis, espectacular: no he visto a la Milagrosa -nombre elegido por el barrio- de los Paúles con tanta nitidez, a pesar de los 925 m. de distancia. Pero, además, hasta se ven brillar (aumenta el tamaño) las dos campanas de la iglesia del pueblo.

Manos a la obra
Conocía el bloque donde vivía Pío, pero no el punto exacto donde estaba su terraza. Y enseguida me di cuenta de que utilizando las alineaciones, los 90 m. de la fachada del bloque se transformaban en varios kilómetros, de modo que las líneas me llevaban a dos pueblos distintos.
Entonces no tuve más remedio que usar el método de "grosso modo" o "a ojo de buen cubero" y buscar en destino las tres características del pueblo de la foto de portada:
1. Un pueblo con la torre de la iglesia con dos campanas
2. Con un campo redondeado
3. Que tuviera a la derecha una zona muy erosionada, una cárcava
Así que me coloqué encima del bloque de Pío poniendo en línea, más o menos, la primera referencia, los Paúles (P), con lo último que alcanza la vista: Irulegui (I), el monte del castillo del mismo nombre:
C: Casa de Pío; P: Paúles (imagen de la Milagrosa); I: Irulegui (monte y castillo)
Y me lancé en vuelo, con Google Maps, en esa dirección. La primera parada fue en los Paúles:
P: Paúles (imagen de la Milagrosa); I: Irulegui (monte y castillo)
Desde allí busqué mi segunda referencia: el depósito de Irigaray, pasado Mendillorri.
Tras dejar Pamplona, tuve que superar el Elizmendi ("Monte de las Águilas" le llamábamos de niños, ya que ahí había muchos milanos), con su depósito (en la foto de portada se ve el ángulo sur de la valla metálica), al otro lado del cual se oculta Badostáin:
D: Depósito de Irigaray; B: Badostáin; I: Irulegui (monte y castillo)
Superado el pueblo, era el momento de aguzar la vista para distinguir los tres elementos (pueblo-campo redondeado-cárcava) que buscábamos. Y enseguida...
La magnífica visión del Irulegui, entre el Pirineo y la Peña Izaga, con su castillo en la cumbre, y en su falda los tres elementos que estábamos buscando. Se trata de Laquidáin, el fundus de Placidus.
Podéis ver mejor el pueblo y las campanas en esta otra imagen que me ha enviado posteriormente Pío:
Al darle el escaso sol de la tarde de ayer, aún se ven brillar más las campanas, el pararrayos de la Virgen...
No conozco -aparte de estas dos de Pío- ninguna foto de la Iglesia de San Martín que saque de frente la torre con sus dos campanas. Seguramente las casas que tiene delante impiden una buena imagen, así que tendréis que conformaros con ésta -magnífica, por cierto- sacada de Gorosti:
Y para terminar, ésta del pueblo sacada de aquí (hay más):
La última maravilla de Pío: Laquidáin, desde su casa, a 11,18km
Bueno, la penúltima, porque la última es ésta, tomada con el móvil ("Con 10 aumentos digitales del móvil, parece  pincelada de acuarela") desde el campo de futbol del pueblo de Aranguren el domingo 08.11.20:
Laquidáin desde Aranguren. Pío 08.11.20

Si te ha sabido a poco, puedes pinchar en la etiqueta ¿ande? para ver problemas bastante más complicados

lunes, 26 de octubre de 2020

México: horror junto a la Catedral

Los registros, hasta la fecha, indicaban que los aztecas solo sacrificaban a los guerreros que capturaban, por lo que los científicos no esperaban encontrar en el Templo Mayor de Tenochtitlán (Wikipedia, actualízate)  cráneos de mujeres y niños en esta torre.
Los niños y mujeres no iban a la guerra. Está pasando algo que no estaba registrado. Y esto es muy nuevo, una primicia

Las pruebas que confirman el Holocausto azteca,                              por Elvira Roca
La primera descripción de la torre de los cráneos de Tenochtitlan la hace en 1521 Andrés de Tapia, que acompañó a Hernán Cortés y a los totonacas, tlaxcaltecas y otras tribus en el asalto a la ciudad. Luego la repetirán Bernal Díaz del Castillo y Gomara. Después será mil veces negada, y con ella, aquel sistema de sacrificios humanos de los aztecas, porque el Imperio azteca tenía que pertenecer al edén indígena que los españoles bárbaros habían destruido cuando arrasaron América. En consecuencia, estas descripciones del terror azteca no podían ser más que "mentiras urdidas para justificar la conquista de México". Algunos mexicanos cuentan que su historia -y contra este disparate escribió Octavio Paz- comienza con la fundación del dios Quetzalcóatl, para verse luego interrumpida con la llegada destructiva de los españoles, y continuada por su cauce natural tras la independencia. Hace ya mucho tiempo que se sabe -si se quiere saber- que los cronistas españoles no mentían.
Pero, naturalmente, esto no era suficiente. Nunca es suficiente. Ahora tampoco lo será. El espectacular descubrimiento por varios arqueólogos de la torre de los cráneos de Tenochtitlán será olvidado y los mitos de la leyenda negra seguirán vivos porque "¿cómo vamos a explicar los problemas presentes de Hispanoamérica sin el horrible Imperio español? Todo lo que nos pasa ahora es porque fuimos entonces colonizados por los malos. ¿Y si no eran tan malos, qué hacemos?" ¿Autocrítica? Jamás.
Hace pocos días, una noticia de agencia desveló que en las excavaciones arqueológicas que desde 2015 se hacen junto a la catedral metropolitana de México se ha encontrado una torre de cráneos que responde punto por punto a la descripción de los cronistas españoles. La exactitud es asombrosa. Talmente se dibuja con palabras lo que los arqueólogos han encontrado ahora: «Un osario de cabezas de hombres, presos en guerra y sacrificados a cuchillo, el cual era a manera de teatro más largo que ancho, de cal y canto con sus gradas, en que estaban ingeridas entre piedra y piedra calaveras con los dientes hacia afuera». Cortés no mentía. Con el agravante de que no son sólo guerreros sacrificados, como dijeron los aztecas, sino también mujeres y niños.
Raul Barrera, arqueólogo del INAH
La negación de los sacrificios ha tenido distintas versiones, plenamente vigentes: 
  • El 25 de abril de este año Jason Suárez, del History Department de El Camino College de California, explica en su conferencia Questions of ritual human sacrifice que la idea de los sacrificios humanos es errónea y fruto de haber interpretado torticeramente las imágenes en que estos sacrificios se representan, para justificar la conquista. Arguye que cualquiera que viera a Cristo clavado en la cruz podría concluir que también los cristianos hacían sacrificios humanos, tergiversando una representación simbólica que no remite a esa realidad. 
  • Otro modo, más sofisticado, que no niega pero sí justifica, es el de la argumentación alimenticia. Para Marvin Harris es la falta de proteínas la que explica los sacrificios humanos. Todo ello va encaminado a reforzar la idea de que los españoles no llegaron a México y acabaron con un horror institucionalizado, porque el horror debía estar encarnado por ellos mismos, por Cortés y sus hombres -como canta con absoluto desconocimiento Neil Young en su Cortez the Killer- y, por tanto, nada beneficioso podía venir de ahí.
Pero ahora el descubrimiento de la torre de los cráneos de Tenochtitlán, tan verazmente descrita por los cronistas, obliga a mirar a Cortés y a su gente de otra manera. 
Si esto tendrá consecuencias en el futuro no lo sabemos, pero es poco probable. Pronto caerá otro manto de silencio sobre esta realidad como ha caído sobre tantas otras que no necesitaban de un equipo de arqueólogos: 
  • como, por ejemplo, que el gobernador nombrado por Cortés que tuvo México en el nuevo orden cristiano se llamó Andrés de Tapia Motelchiuh (1526-1530) y era un azteca que se bautizó tomando precisamente el nombre del cronista y conservando también el suyo, y que era un plebeyo, casi esclavo, a quien el anquilosado sistema social azteca nunca le hubiera permitido prosperar. Acompañó a Cortés durante tres años en sus expediciones. 
  • pero podríamos nombrar también a otro plebeyo, don Pablo Xochiquenzin, que también fue gobernador cinco años. 
  • o a don Diego de Alvarado Huanitzin, que acompañó a Cortés en la expedición a Honduras y fue nombrado gobernador de Ecatepec, cargo que ocupó 14 años. Después el virrey Antonio de Mendoza le nombró gobernador de Tenochtitlán. 
  • o a don Diego de San Francisco Tehuetzquititzin, o a don Alonso Tezcatl Popocatzin, o a don Pedro Xiconocatzin...
¿Hay que seguir? Todos indios, todos gobernantes del virreinato de la Nueva España.
María Elvira Roca Barea es doctora en Filología Clásica, 
profesora de lengua y autora de Imperiofobia y leyenda negra...

No hace falta saber inglés. Las fotografías y gráficos hablan por sí mismos. Pero es muy bueno que, aunque sea cuatro siglos después, se cuente la verdad en el idioma que, en su mayor parte, creó la leyenda negra contra España:

sábado, 24 de octubre de 2020

¿De qué (no) hablas, habanera?

A pesar del viejo sabor de aquellas casetes, a pesar de sus ya 21 años de edad, creo que no soy el único que ignoraba la existencia de esta preciosa habanera de Marina Rossell. Para todas las personas con las que la he compartido ha sido, también, un descubrimiento.
La primera aparición del tema "¿De qué hablas, habanera?" fue en 1999, dentro del álbum "Y rodará el mundo", y ya con la participación de Carlos Cano.
¿Qué ha pasado para que haya estado tantos años a la sombra y, de repente, desde hace unos meses, esté triunfando?
Yo creo que gran parte de la "culpa" la tiene el vídeo: "Idea y Montaje: Geni Castro". Una obra de arte: fotografía, ritmo... Una gozada.
En cuanto al título, creo que sería más expresivo si fuera en negativo: "¿De qué no hablas, habanera?", ¿por qué no cuentas que naciste en tiempos de guerra? Habanera, ¿cómo te olvidaste de eso?
Marina Rossell, en twitter
¿De qué hablas, habanera,
cajita de la nostalgia,
canción de seda?
Los que un día te cantaron,
los que fueron y volvieron,
que trajeron aquí
y llevaron allá.
¿Dónde está el color,
la calor, el olor, el charol,
el vaivén de La Habana?

Habanera, la canción sencilla 
es buena
por lo que dice y lo que esconde.
Pero, ¿qué esconde la habanera?
Historias negras de entreguerras.
Nació la canción de seda
de historias tristes, amarradas a su vera.
Y un faro que en alta mar
iluminaba la pena,
se cruzaba con los barcos
que acunaban la pobreza.
Habanera, ¿por qué no cuentas
que naciste en tiempos de guerra?
Habanera, ¿de qué no hablas,
de qué no hablas?
¿Cómo te olvidaste de eso?















“Más se perdió en Cuba... y volvieron cantando”
Le echa en cara Marina Rossell a la habanera: "¿por qué no cuentas que naciste en tiempos de guerra? Habanera, ¿cómo te olvidaste de eso?"
Le diremos a Marina que los españoles que lograron salir de Cuba, de Filipinas -en el Desastre del 98- volvieron cantando... habaneras. Y los que -como Tomás Aparicio- no lo lograron y murieron allí, añorando volver a la tierra en la que nacieron, son recordados con habaneras: "Volver a Ejea", de José Luis Urbén.
La habanera canta a la nostalgia, al desamor, a la tristeza por lo que se ha perdido. Por eso, la habanera no rehúye la guerra ni la derrota.
Y para ejemplo, "Yo te diré",  habanera compuesta en 1945 para la película "Los últimos de Filipinas", con letra de Enrique Llovet y música de Jorge Halpern. 
No os imagináis quién la canta...   ¡Marina Rosell! Y lo hace en 1996, tres años antes que "¿De qué hablas, habanera?"
¡¡¡Átame esa mosca por el rabo!!!
Pero la belleza de la habanera supera todas las contradicciones

viernes, 23 de octubre de 2020

Casa Ortega, 120 años con la misma filosofía

Ortega, Mayor 1. Inge Morath SF 1954
Enfrente del edificio del Condestable, en el nº 1 podemos encontrar el centenario comercio de Ortega. Fundado en 1900 por Bonifacio Ortega, soriano de nacimiento, que trabajó de aprendiz en Casa Górriz. Mucha gente conocía popularmente a Ortega como Casa Boni. Posteriormente el fundador dejó el negocio a su hijo Pepito Ortega quien en 1965 cedería la tienda a sus dos dependientes: José Manuel Navarro y Daniel Cayuela. Con ellos Casa Ortega paso a denominarse Sucesores de Ortega, hoy Ortega a secas, con Eugenia Cayuela y José Manuel Navarro aun tras el mostrador (MVP). 
La historia de «Casa Boni» La franja de horas puntas antes de irse a comer transcurre entre las once y media y la una y cuar- to, cuando las madres acuden y vuelven de recoger a los niños del colegio. Suelen ser caras conoci- das. «Vienen hijos y nietos de los que eran clientes habituales». Esos que conocieron el arranque del negocio a principios de siglo y se referían a Casa Ortega como «Casa Boni» por su fundador, Bonifacio Ortega. La tienda pasó después a uno de sus hijos y en los años sesenta a dos depen- dientes, Daniel Cayuela Ortega y José Manuel Navarro Arasti, que directamente o por medio de familiares regentan actualmente la tienda. José Manuel Navarro, de 67 años, está jubilado, pero sólo su presencia sigue siendo el alma de la tienda. Todos escuchan cuan- do recuerda los tiempos en los que la Calle Mayor era una de las principales salidas de Pamplona (DN hemeroteca 23/02/2003)
Ortega, más de 100 años al servicio de generaciones de pamploneses y navarros, con el mismo estilo de siempre
Hablamos con María Eugenia Cayuela Ortega (2ª por la dcha), una de las propietarias del establecimiento
Por: Casco Antiguo
Aunque para este magazine digital todos sus comercios le son igualmente queridos le hacía particular ilusión hablar de uno de sus comercios centenarios más clásicos y conocidos, que se sigue manteniendo al pie del cañón como el primer día. Ortega es uno de esos raros exponentes del llamado comercio tradicional que pese a mantener la apariencia, el sabor, y el trato de siempre, o precisamente por eso, sigue provocando el interés, la atracción y la visita de un buen número de clientes al cabo del año.
Ortega, Casa Ortega nació en el nº 1 de la calle Mayor, a principios del siglo XX, en torno a 1905, aunque es probable que su antigüedad pudiera ser algo mayor. La fundó Bonifacio Ortega. Era pariente de mi padre y como él era soriano, nos confiesa María Eugenia Cayuela Ortega, que a la sazón comparte apellido con el fundador. Bonifacio Ortega regentó la tienda, que era conocida popularmente por la gente de la Cuenca, como Casa Boni, hasta 1935, año en que falleció de accidente. Boni Ortega empezó con pañería. Por entonces lo que más se vendía eran telas para trajes de caballero. Le dejó el negocio a uno de sus hijos, José Ortega, que tenía afición por la pintura aunque la salud un poco delicada. Los demás hijos cursaron carreras de ingeniería en Madrid. José Ortega, Pepe regento la tienda durante 30 años. Durante ese período se llamó Hijo de Bonifacio de Ortega. Con la entrada de José se empezó a vender, además, de las telas de traje de caballero, telas para vestidos y batas de señora, sabana, mantas, ropa de trabajo, géneros de punto y confección en general. Durante algún tiempo a Ortega le llegaron a llamar «la casa de las mantas», incluso aparecía tal denominación en las bolsas de plástico de aquellos años.
Ortega ha estado desde siempre muy vinculado a la gente de la Cuenca. En aquellos tiempos, le gente venía al Mercado y recalaba luego en Ortega. Todavía viene mucha gente de los pueblos, afirma María Eugenia. Mi padre que en aquel tiempo trabajaba de dependiente, iba los martes a la Feria de Ganado de Irurzun, con el de La Zapatillera, con dos maletas de género, colocaban su puesto y toda la gente les conocía.
En 1965, José Ortega les deja la tienda a dos de sus dependientes Daniel Cayuela Ortega y a José Manuel Navarro. A partir de ese momento la tienda se conoció como Sucesores de Ortega o más sencillamente como Ortega. En esa fecha se amplió la tienda con un escaparate exterior y una zona de probadores pero siempre manteniendo el interior del local y la fachada. Se hizo la ampliación incorporando el local de la antigua barbería que había al lado. Es entonces, en esa época, cuando sin perder la esencia de comercio tradicional, se empezó a vender trajes regionales (de caser@), blusas de fiesta y todo tipo de prendas confeccionadas. Se redujo el apartado de telas, -la gente ya no cosía tanto, ni se hacía sus trajes como en tiempos pasados cuando abundaban los sastres y las modistas-, y se aumentó mucho el de la prendas confeccionadas. La tienda ha ido evolucionando conforme ha ido evolucionando la moda y la sociedad. Como se puede comprobar, cada uno que ha cogido el establecimiento le ha dado un renovado impulso al negocio, incorporando nuevas gamas y productos.
Hoy nos dice María Eugenia, siguiendo el modelo de comercio tradicional, se pueden encontrar todo tipo de productos en las diferentes secciones. En hogar, ropas de cama, sabanas, edredones, mantas, toallas, telas, etc. En regional: trajes de casera, blusas de fiestas, regional blanco (sanfermines, dantzaris, pelotaris) que va a más y que se vende durante todo el año. En confección vendemos muchos polos, camisetas de señora y caballero, moda en general, camisas, pantalones, jerséis, batas, prendas de hombre para todas las edades, interiores de señora y caballero, calcetines. Vendemos también prendas para señoras de cierta edad.
Si hay algo que diferencia a Ortega de otras tiendas, según María Eugenia, es el precio ajustado y el buen trato a los clientes. Ortega es un comercio de los de antes en el Casco Viejo de Pamplona donde puedes comprar de casi todo, intentando dar respuesta a las necesidades de sus clientes con un trato personalizado, cercano y familiar. La gente quiere que les enseñes el género, les expliques y les aconsejes. Conoces el género perfectamente y eso nos sirve para asesorarles bien. De ahí que cuente con una clientela muy fiel, tal es así que hay muchos casos en los que ves como han ido viniendo abuelos, padres e hijos y otros que se van incorporando atraídos por la buena relación calidad-precio.
No hay un perfil concreto de clientes. El perfil del clientes es heterogéneo y variadísimo, como lo ha sido siempre. Sigue viniendo gente de los pueblos y de la ciudad, de diferentes barrios y de distinta edad y extracción socio-económica.
Tras el fallecimiento de Daniel Cayuela la titularidad de esa parte del negocio, que hoy cuenta con tres empleados, pasó a su madre y hoy en día la tienen las tres hermanas Cayuela Ortega junto a José Manuel Navarro que ha estado buena parte de su vida en el establecimiento, tiene actualmente 80 años y cuyas notas nos han ayudado junto con la entrevista a María Eugenia a reconstruir la historia y devenir de esta centenaria tienda. Ortega cuenta con tres empleados, hace poco se jubiló Jesús Chocarro que llevaba 55 años en el establecimiento.
Cuando le preguntamos por el futuro, María Eugenia, que sigue tan activa y dinámica como siempre, no tiene otro objetivo más inmediato que continuar en el día a día con el mismo estilo, manteniendo la apariencia, personalidad y filosofía de la tienda (y de esto Mª Eugenia sabe mucho: fue compañera mía en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Navarra), esas señas de identidad que le han permitido a Ortega cumplir alrededor de 120 años.
(Fotos realizadas por Blumun)
Actualización 24.10.2020
He pasado esta tarde por Ortega y me han confirmado lo que un amigo me ha dicho. Eugenia Cayuela Ansa falleció de un cáncer hace dos años. Descanse en paz.