viernes, 26 de junio de 2020

Ezequiel Seminario, en el Pensamiento Navarro (1932)

El cortejo fúnebre de Ezequiel Seminario, por Blanca de Navarra
Desde 1932, el caso Ezequiel Seminario ha permanecido casi oculto. Un par de fotografías me han llevado hasta Miguel, sobrino-nieto de la víctima, quien me ha proporcionado la crónica de la tragedia de una familia, ejemplo de dignidad: "Nada de venganzas. Pedid, todos, a Dios que perdone al agresor, como yo le perdono» (madre de Ezequiel)
Casi todas las fotos pertenecen al álbum familiar de Casa Seminario, que Miguel y yo iremos subiendo a Facebook a lo largo del día

EL PENSAMIENTO NAVARRO DIOS-PATRIA-REY
Pamplona, sábado, 20 de febrero de 1932
EL SUCESO DE AYER 
El Provisor de Diócesis, asesinado en su despacho
Pamplona tuvo ayer momentos de una inenarrable pesadumbre. Pesadumbre que aún dura y que tardará en desaparecer por la índole del delito y por la calidad de los protagonistas.
El muy ilustre señor provisor de la diócesis don Ezequiel Seminario, en el pleno desempeño de su función curial, había sido asesinado con, al parecer, estudiada premeditación por el industrial y empresario cinematográfico don Álvaro Galbete para el cual, sometido ya al fuero de la justicia, no hemos de tener en este obligado comentario las palabras durísimas correspondientes a su criminal acción porque la caridad cristiana nos advierte que debemos odiar al delito y compadecer al delincuente.
Condenemos pues con toda la energía de nuestra alma el hecho a todas luces vil y deseemos que en momentos de serenidad el arrepentimiento haga presa en el ánimo del matador para que esa satisfacción que dé a la justicia divina haga más llevadera la que ha de tener que dar a la justicia humana.
Pongamos en cambio unas frases todos los sentidas que la emoción impone para la figura del muerto de cuyas virtudes y bondades tenía noticia toda Navarra, que admiraba en el señor Seminario al hombre culto estudioso y activísimo que ponía su prestigio, talento y diligencia en la promoción y desarrollo de las distintas formas de Acción Católica, cuya importancia y cuya responsabilidad en estos momentos del vivir español son bien patentes.
Todo esto, al margen de su personalidad como jurisperito en los asuntos que afectan a las normas canónicas, que había sabido rodear de un ambiente de serenidad y de justicia tales, que sus informes y sus fallos eran acogidos como fruto maduro de la más recta ponderación.
Casa Seminario
La inflexibilidad de la verdadera doctrina eclesiástica, base de su característica inflexibilidad, acarreó ayer al señor Seminario una muerte prematura y violenta, sentida por todo el pueblo navarro con la misma humanidad con que condena la vileza del crimen.
Ante el cuerpo, aún insepulto, de la víctima de su deber, nos descubrimos y oramos, con la seguridad de que nuestras preces humildes llegan al Señor cuando ya ha premiado los merecimientos de su celoso ministro.
El Pensamiento Navarro, que ya ayer expresó al Ilustrísimo señor Obispo de la Diócesis y a los familiares (padres y hermanos) del desventurado señor Seminario, la participación que tomaba en su dolor, les reitera públicamente su pésame.

Cómo se desarrolló el suceso
Ayer, poco después de la una menos cuarto, fue asesinado en su propio despacho del Palacio Episcopal el señor Provisor y Vicario General de la Diócesis, muy ilustre señor doctor don Ezequiel Seminario, por nuestro convecino, conocido industrial don Álvaro Galbete.
Poco tiempo después, llegaba a nuestro conocimiento la noticia de este brutal suceso y nos personamos en el Palacio Episcopal.
Eran los momentos de inenarrable emoción. Todo el mundo se dedicaba a prestar auxilio al desgraciado señor Seminario que había caído desplomado tras una fugaz entrevista con el criminal. La impresión no podía ser más pesimista: con el cráneo destrozado el señor Seminario iba poco a poco perdiendo la vida. Allí mismo fue cuidadosamente colocado sobre unos colchones, y muy pronto fue reconocido por el médico don Bernardino Tirapu. El señor obispo, el secretario de cámara, notario y personal de las oficinas, todos, con la angustia reflejada en sus rostros querían con el corazón, dar vida al desgraciado provisor. Todo en vano.
He aquí lo ocurrido, según los datos recogidos en el lugar del suceso.
Armario con sus casullas en Casa Seminario
Pocos minutos después de las 12:15 llegaba Galbete al Palacio Episcopal. Había ido en un pequeño automóvil de su propiedad. Subió al piso primero, y dirigiéndose al provisorato, poco después habló con el capellán de Su Ilustrísima don Miguel Jabat, a quién preguntó si podía hablar con el señor obispo. El señor Jabat le contesto afirmativamente, pero advirtiéndole que no podía hacerlo en el acto, pues el señor Obispo se encontraba atendiendo una visita.
Entonces -dijo Galbete-, veré primero al provisor. Allí tuvo que hacer antesala, como la hacían otros visitantes. Estos nada anormal observaron en Galbete. Antes bien, entretenía éste la espera fumando un cigarro puro y leyendo un periódico. A eso de la una menos cuarto, tocóle el turno y pasó al provisorato.
Un minuto habría transcurrido, cuando Galbete salía del despacho, y volviendo a encontrarse con el Señor Jabat, le dijo: ahí queda el provisor, acabo de matarle.
Galbete estoicamente, habías esperado su hora y, consumado el crimen, bajó la escalera de palacio, subió a su automóvil que dejó frente al garaje Irurzun, en la calle de Yanguas y Miranda, siguiendo a pie hasta el juzgado para entregarse al juez. Éste, que se hallaba en sus habitaciones particulares, recibió a Galbete, quién le dijo: -acabo de matar al provisor. Tome usted esta pistola.
El señor Santamaría recibió la primera noticia del horripilantes suceso de labios del propio asesino.
Quedó Galbete detenido, y el digno juez de instrucción, don Juan Santamaría, con el secretario sr Sainz y auxiliares se trasladó al Palacio Episcopal para iniciar las diligencias sumariales.
En palacio entretanto era general la consternación. El acto villano, realizado tan fríamente por ese hombre, había producido el más intenso dolor en aquella casa.
Allí se encontraban con los señores del juzgado, el señor obispo rector y vicerrector del Seminario, todo el personal de palacio y los médicos señores Gortari, Ezquieta, Echarte, Armendáriz, Irigaray y Lazcano, con el señor Tirapu. Todos estos, con diligencia exquisita, prodigaban al infortunado provisor los cuidados de las ciencias. Repetían con inyecciones y a cada momento observaban vigilantes el curso de aquella agravación, que por momentos se acentuaba.
El Sr rector del Seminario le dio la absolución sacramental, y luego llegaba el confesor y director espiritual de don Ezequiel, el Padre Superior de los Corazonistas, quien le dirigió conmovedoras exhortaciones. Cerca se encontraban el padre y una de las hermanas del señor Seminario a los que el prelado y acompañantes prodigaban consuelo.
Por dos veces se le oyó exclamar Jesús. Aquella terrible agonía que comenzó a las 12:45 minutos finalizaba a las 3:45 aproximadamente.
(aquí hay un corte en el relato)
en la ceja izquierda que le interesaba la masa encefálica producida con pistola automática del número 6. El hecho ocurrió en el sofá existente frente a la mesa del despacho del provisorato. Amortajado con los sagrados ornamentos, fue colocado en el mismo despacho el cadáver del señor provisor.
El prelado, canónigos, catedráticos del Seminario y otros muchos sacerdotes desfilaron ante el cadáver rezando responsos.
También, el desfile de público fue grandísimo, reflejándose en los rostros la impresión terrible producida en todos.
El gobernador civil, señor Andrés, al enterarse de lo ocurrido, envío a palacio al secretario del gobierno don Modesto Font para que en su nombre diera el pésame a los familiares del señor Seminario.

Las causas del crimen
No es indiscreción periodística en este caso el hacer públicas las que estimamos verdaderas causas del crimen cometido ayer en la persona del señor provisor, aunque sean, como son, de índole delicada, porque el equívoco es hoy más que nunca perjudicial por la ocasión y por el ambiente en que el hecho sea cometido.
Del dominio público es el pleito familiar que el Sr Galbete sostenía y hacia cuya legalización se encaminaba, habiéndose llegado a los términos últimos en la tramitación. Y es del dominio público también porque el propio señor Galbete lo expandió por medio de un folleto que en dicho pleito había cumplido ya su misión el tribunal eclesiástico y actuaban los tribunales ordinarios.
Pues asunto que con ello se relacionaba y no de otra índole, como se indicaba en la información que ayer se dio por radio desde Barcelona, llevo al matador hasta el despacho de su víctima.

Datos biográficos
A la izda de la Iglesia, con su galería de 8 ventanas, Casa Seminario
El señor Seminario nació en Mañeru.
En el próximo mes de abril hubiese cumplido 37 años.
Su hoja de estudios es brillantisima.
Cursó la carrera eclesiástica en nuestro Seminario, obteniendo en todas las asignaturas las notas de meritíssimus, y los primeros premios en casi todos los cursos. Al mismo tiempo cursaba el bachillerato en el Instituto de Pamplona y la carrera de abogado en la Universidad de Zaragoza, en la que obtuvo el título de Licenciado en Derecho Civil en 1935.
Oratorio en Casa Seminario
Era sacerdote desde 1918.
Había ejercido los siguientes cargos ministeriales: coadjutor de Villafranca, coadjutor de Mañeru, catedrático de metafísica y de derecho canónico del Seminario. Desempeño, además, los cargos de consiliario de la asociación de estudiantes católicos, confesor de las Agustinas Recoletas, juez Prosinodal.
Al ser promovido al episcopado el Ilmo señor don Manuel Arce, y quedar vacante la canonjía doctoral que aquel desempeñaba, fue elegido doctoral trás brillantes oposiciones. El señor Seminario pocos días antes había opositado también a la canonjía doctoral de Vitoria con brillante resultado.
Al mismo señor Arce sucedió en los cargos de provisor y vicario general de la diócesis, en cuya función se hallaba, cuando le sorprendió ayer la muerte en las trágicas circunstancias reseñadas.
Era en la actualidad director diocesano de Acción Católica, en el cual cargo actuaba con entusiasmo.
A su cultura y carrera brillantísima se unían en el señor Seminario la bondad de carácter, el atractivo de personas, humilde hasta la exageración y diferente, afectuoso y cordial con todo el mundo.
Por todo esto, la emoción del suceso y el dolor que aquel produjo en Pamplona no puede expresarse con palabras.

La capilla ardiente
Ya anochecido, el despacho del provisorato quedó convertido en capilla ardiente.
Colocado el cadáver en severo féretro rodeado de blandones y presidido por una gran cruz, comenzó el velatorio, en cuyas primeras horas actuaron los compañeros de Cabildo y personal de palacio.
Durante la noche han velado el cadáver los alumnos internos del Seminario Diocesano.
Durante la mañana de hoy se dirán misas de corpore insepulto.


La conducción del cadáver al cementerio se celebrará en la tarde de hoy
Hoy será practicada la autopsia al cadáver. A las 4:30 será el depósito del cadáver al cementerio. Los funerales se celebrarán el próximo lunes en la Catedral.


Acción Católica
En señal de duelo por la muerte del muy Ilustre señor don Ezequiel Seminario, provisor y vicario general de la diócesis y Consiliario Diocesano de Acción Católica, se suspenden las conferencias catequísticas que se venían dando en la avenida de Roncesvalles 1, hasta el próximo martes 23 del corriente.

EL PENSAMIENTO NAVARRO DIOS-PATRIA-REY

Pamplona, domingo, 21 de febrero de 1932
Después de la muerte del Provisor
El cortejo, en el atrio de la Catedral
La conducción del cadáver al cementerio constituyó una grandiosa manifestación de duelo
Cierre de comercios, telegramas de pésame
Como decíamos en nuestro número de ayer quedaron durante la noche velando el cadáver del muy ilustre señor provisor los alumnos del Seminario, acompañados en las primeras horas por algunos profesores y funcionarios de palacio.
Por la mañana, el Ilmo Señor Obispo y el capellán don Miguel Java celebraron la Santa Misa en sufragio del alma del ilustre finado.
Luego comenzó el desfile de multitud de gentes que querían rendir su tributo postrero al bonísimo don Ezequiel, rezandose, con este motivo, ante el cadáver muchísimos responsos. El clero de Navarra ha desfilado en gran número, testimoniando al prelado, al Cabildo Catedral y a los familiares del señor provisor la expansión de su condolencia.
Pero no han sido solo dulces, como ya apuntábamos, los que han hecho esta manifestación de dolor, sino el pueblo entero, pues representaciones de todas las clases sociales de personas que invadieron durante la mañana y primeras horas de la tarde de ayer las escaleras y pasillos del Palacio.
Estuvieron también durante la mañana de ayer en el Palacio Episcopal el Gobernador interino, Presidente de la comisión gestora don Constantino Salinas, el Alcalde y otras autoridades, representantes, entidades, congregaciones etcétera.

Procedente de Madrid llegó ayer el alto funcionario de la carrera consular don Álvaro Seminario, hermano de la víctima, el cual, después de saludar a sus apenadísimos padres, se trasladó a Palacio para besar por última vez a su desventurado hermano y orar ante su cadáver.

autopsia al cadáver en una de las dependencias de palacio.
El cortejo fúnebre, por Blanca de Navarra
A las 15:45 le fue practicada la
llevarla a cabo el Dr señor Martínez de Ubago en calidad de médico forense y los Héctor y los doctores Gortari don Joaquín y Vigaray don Ángel y Armendáriz la diligencia se llevó a efecto con toda escrupulosidad y detenimiento el informe que aún no ha tomado estado oficial, dice que la bala estaba inmediata al orificio de entrada, interesando la masa encefálica, que destrozó.

Para mucho antes de las cuatro de la tarde, los alrededores del Palacio Episcopal, toda la calle Dormitalería hasta la Catedral, el atrio de ésta y el patio del Arcedianato, claustro y capilla de San Francisco Javier, rebosaban de gente.
En la capilla principalmente, dónde era esperada la llegada del cadáver, no se podía dar un paso.
Pero no obstante estar anunciado el traslado para las 4, por el motivo ya apuntado de la hora en que comenzó la diligencia de autopsia, la traslación del cadáver desde el palacio a la Catedral hasta muy cerca de las 5, en que el féretro de metal empavonado, quedó depositado sobre un severo túmulo rodeado de hachones encendidos y entorno del cual se situaron las autoridades presididas por el ilustrísimo prelado y los hermanos del finado.
El traslado se ha hecho por el interior y a hombros de varios jóvenes vecinos de Mañeru.
Entonóse un solemne responso y acto seguido en las naves de la catedral comenzó a organizarse la comitiva que arranco desde el atrio hacia la calle Navarrería.
Abrían marcha los seminaristas y seguían buen número de asilados. Inmediatamente iba la carroza fúnebre y tras ella, presidiendo el duelo, el ilustrísimo señor obispo con los hermanos del finado; el gobernador civil interino, Constantino Salinas; el secretario de Gobierno Civil modesto Font; el comandante militar de la plaza señor Pasot y el alcalde don Nicasio Garbayo, el teniente fiscal señor Huertas y el juez señor Santamaría.
El Obispo Tomás Múñiz, por Mayor hacia la Taconera
Detrás, representantes de la Curia Eclesiástica, personal de oficinas de palacio, Juntas de Acción Católica y Asociación Pro intereses de los religiosos; Congregación Mariana; centro de obreros católicos, representantes de congregaciones y asociaciones religiosas etcétera
Y luego todo Pamplona, porque toda la ciudad ha sentido y se ha conmovido por este crimen sin excusas.
Las calles Navarrería, Mercaderes y Mayor estaban además atesadas de público que se apiñaba en las aceras y en los balcones de las casas.
Nota que demuestra la participación que el pueblo ha tomado en el dolor por la muerte del Señor provisor es la de que, con escasísimas excepciones, el comercio de todas las calles del trayecto tenía cerradas sus puertas y echadas las persianas y cierres de sus escaparates.
Después de las seis de la tarde llegaba la comitiva fúnebre al portal de la Taconera, donde se despidió el duelo después de rezarse un responso.
Al cementerio le llaman los castizos "la huerta Larequi"
No obstante lo avanzado de la tarde y la crudeza del tiempo, fueron muchísimas las personas que siguieron a la carroza hasta el cementerio, ante cuyas puertas se reunió cerca de un centenar de automóviles.
En la capilla, el capellán señor Larequi entonó un responso y acto seguido el féretro fue llevado al panteón de canónigos en el que el cadáver del señor Seminario recibió cristiana sepultura. Antes, nuestro amadísimo prelado Dr Muñiz rezó un responso.
Ya anochecido, regresaba a Pamplona la caravana de automóviles, después de haber rendido el último tributo al que en vida fue inteligente y culto provisor de la diócesis, hombre bonísimo, muy ilustre señor don Ezequiel Seminario, cuya alma gozará ya las celestiales delicias.
En la puerta de la casa donde habitan los familiares del finado, José Alonso 4, se instaló la presidencia del duelo. Al frente de ella, el señor obispo recibió los últimos testimonios de pésame.
Repetimos a sus padres y hermanos, al reverendo Prelado y al Cabildo Catedral de Pamplona, la expresión de nuestro dolor.
Alvaro recibe el pésame en José Alonso 4

La Diócesis de Vitoria
En la manifestación de duelo que acompañó al cadáver del señor provisor hasta el cementerio, la Diócesis de Vitoria estaba dignamente representada por su vicario general muy ilustre señor doctor don Justo Echeguren y el virtuoso presbítero don Zacarías Múgica, hermano del prelado.

Testimonios de pésame
En la tarde de ayer se recibieron en el Palacio Episcopal los siguientes telegramas de pésame del Exmo. cardenal arzobispo de Tarragona; excelentísimos señores arzobispo de Zaragoza, obispo de Zamora, Barcelona, Osma, Orense, Badajoz y Vich; del vicario general castrense, arcipreste de Almería. Doctoral de Tudela, provisor de Orense, provicario general de Vitoria; arciprestes de Estella, Baztán, Vera, Sangüesa, Falces, Roncal y Tafalla; tenientes arciprestes de Sesma y Caparroso; del diputado a Cortes don Joaquín Beunza, del exgobernador civil de Navarra señor Bandrés; del Cabildo parroquial de San Juan de Estella y de Metauten; del párroco de Lesaca, del superior de los Agustinos de Lodosa, del párroco, Apostolado de la Oración, Hijas de María, Cofradía del Rosario y Junta Parroquial de Carcastillo; del clero y fieles de Olite; del señor García Rago; señores Alfaro y Sotés de Vitoria y centro Navarro de Estella.
Además los pliegos colocados en el vestíbulo del Palacio cubriéndose de firmas de entidades y particulares.

Así como nosotros perdonamos
La madre, doña Celestina
No queremos cerrar esta crónica luctuosa sin recoger un rasgo verdaderamente conmovedor que pone de relieve lo fácil que es rayar en la sublimidad cuando se tiene un alma templada en la fragua de los cristianos sentimientos. Nos referimos al momento en que se dió a la madre del Señor Seminario la infausta nueva de la muerte de su hijo.
Tremendamente doloroso fue el trance y el corazón de la señora de Seminario se laceró,
dando de ello muestra el ahogo en que se debatió momentáneamente. Pero pronto se sobrepuso y, aunque entrecortada por la emoción, tuvo palabras conmiserativas para el matador de su hijo, rogando al padre y a los hermanos que perdonasen al criminal como ella sinceramente le perdonaba.
Cuantos conocieron este rasgo de abnegación y conformidad cristianas quedaron admirados y se deshicieron en elogios merecidísimos


Esquelas:

EL MUY ILUSTRE SEÑOR.
Doctor don Ezequiel Seminario Martínez
Provisor y Vicario General de la Diócesis
falleció en el Palacio Episcopal en el día de ayer, a las 3,45 de la tarde
después de recibir los Auxilios Espirituales y la
Bendición de Su Santidad
R.I.P.
El Ilmo. Sr. Obispo de la Diócesis el Ilmo. Cabildo Catedral
y la familia del finado,
INVITAN a sus amistades a la conducción del cadáver al cementerio, que se celebrará HOY, sábado a las cuatro y media de la tarde, por lo que les quedarán agradecidos.
No se invita particularmente,
Pamplona, 20 de Febrero de 1932.
El ilustrísimo señor 
don Ezequiel Seminario Martínez 
profesor y vicario general de esta diócesis 
falleció en esta ciudad a las 4 de la tarde del día 19 de febrero 
a los 36 años de edad 
después de recibir los auxilios espirituales 
RIP 
el excelentísimo señor obispo y Cabildo Catedralicio; sus afligidos padres don Ezequiel y doña Celestina; hermanos don Álvaro, don Alfredo, don Ignacio, Don Alfonso, doña María Dolores, doña María de la Concepción, doña María Luisa y don Carlos; hermanos políticos, tíos primos sobrinos y demás parientes 
suplican a sus amigos y conocidos encomienden a Dios Nuestro Señor en sus oraciones el alma del finado y asistan a los funerales que en sufragio de la misma se celebrarán mañana lunes día 22 a las 11 de la mañana en la Santa Iglesia Catedral y el martes y miércoles a las 10:15 en la misma Iglesia Catedral por cuyo favor les quedarán sumamente agradecidos 
Pamplona 21 de febrero de 1932

Secuencia
Palacio Episcopal
Viernes 19 de febrero 1932
12:15 llegaba Galbete al Palacio Episcopal
12:45 tocóle el turno y pasó al provisorato. En un minuto, dispara a Ezequiel
Galbete se entrega en la Audiencia Provincial
15:45 Muere Ezequiel
Noche: Capilla ardiente y Velatorio en el provisorato


Sábado 20
Mañana Misa Obispo y desfile de personas
Llega de Madrid su hermano Álvaro
15:45 autopsia
17 h. traslado del féretro a la Catedral (mozos de Mañeru). Responso
Cortejo fúnebre
18 h comitiva fúnebre llega al portal de la Taconera. Responso
Capilla Cementerio capellán señor Larequi entonó un responso 
y acto seguido el féretro fue llevado al panteón de canónigos en el que el cadáver del señor Seminario recibió cristiana sepultura.
José Alonso 4, se instaló la presidencia del duelo  

2 comentarios:

Unknown dijo...

Gracias Patxi, por contarlo todo con todo detalle.
Maite Seminario

desolvidar dijo...

Gracias a ti, Maite. Fue una historia que me apasionó