jueves, 21 de mayo de 2020

Frontón de los fosos: un adiós inevitable

J. L. Zúñiga 15.10. 1988 Frontón de los fosos AMP. En los años ochenta no muchos se atrevían
a protestar por la presencia en un frontón navarro de la bandera de la Comunidad vecina

Construido en 1948, formó parte de las instalaciones deportivas del Estadio General Mola.
En 1966 el Ejército entregó la Ciudadela a la ciudad de Pamplona, siendo alcalde don Juan Miguel Arrieta.
Desde entonces el frontón "de los militares" adquirió carácter civil y el Ayuntamiento permitió su uso y disfrute por los aficionados.
Aunque, a lo largo de sus 62 años de existencia, sufrió varias modificaciones, éstas son las características que he recogido: 
"FRONTON DE LOS FOSOS JAI-ALAI. Dimensiones: 39 x 12,5 m; 
Pavimento: Hormigones y aglomerados; Cerramiento: Espacio abierto..."
Se derribó a finales de 2010 para recuperar el revellín de Santa Ana.
Cuando los militares eran los propietarios ésta era la situación de la zona, según el SITNA 1956-57
0. Ciudadela (centro del pentágono); 1. Frontón; 2. Revellín de Santa Ana; 3. Piscina militares;
4. Estadio y campo de futbol Gral. Mola; 5. Estación del Plazaola; 6. Campo San Juan
Un ambicioso proyecto
En mayo de 2005 el Ayuntamiento de Pamplona abordó un ambicioso proyecto: la restauración de los muros exteriores de la Ciudadela.
El trabajo se inició con la recuperación del revellín de Santa Lucía, localizado y restaurado para la ciudad gracias a la construcción de la nueva estación de autobuses. Su estructura salió a la luz después de permanecer oculto durante más de un siglo. Y el trabajo concluyo en el otro extremo del recinto, con la restauración del revellín de Santa Isabel, el que da acceso a la Ciudadela desde la Vuelta del Castillo.
En total se restauraron cuatro revellines (Santa Lucía, Santa Clara, Santa Isabel y Santa Ana) y un baluarte (Real).
Con estas actuaciones se puede decir que el recinto de la Ciudadela, declarado Monumento Nacional en 1973, quedó totalmente restaurado. Nunca a lo largo de sus 449 años (se construyó en 1571) se había podido ver esta construcción militar como ahora. Así que sólo los pamploneses de comienzos del siglo XXI tienen la oportunidad de contemplar una Ciudadela completa y como en sus mejores tiempos.
Y aunque Sanfermines no sea la mejor época para contemplar el resultado, la restauración quedó así:

Hubo que derruirlo
Aunque la mayor parte de los pamploneses (10/10/2010 hemeroteca DN ENCUESTA LA OPINIÓN DE LOS LECTORES ¿Cree que debería desaparecer el frontón de los fosos de la Ciudadela de Pamplona? SÍ 44,3%; NO 55,7%) quería que se conservara el frontón o, por lo menos, que se hiciera lo posible por mantenerlo, la opinión de Príncipe de Viana fue tajante. El proyecto inicial del Ayuntamiento no preveía el derribo del frontón, pero Príncipe de Viana lo exigió.
Así pensaron también Joaquín Torres y Verónica Quintanilla, arquitectos especialistas en restauración de patrimonio:
"La recuperación de las defensas de Santa Ana exigía el derribo del frontón de los fosos de la Ciudadela. Bajo la cimentación del frontón apareció la cimentación de la contraescarpa de la muralla, y en la parte superior, al tener que bajar el nivel de tierra y tras la realización de catas apareció parte del trazado del camino cubierto y la ubicación de sus traversas. También se realizaron catas donde debía de estar el trazado original de la contraescarpa y apareció su cimentación.
La gran labor de restauración realizada en el revellín de Santa Ana y sus defensas exteriores ha permitido recuperar su trazado original, completar la Ciudadela hasta la barrera de la Avenida del Ejército y enlazar estas defensa con el frente de la Taconera".
Opinión compartida por el director del área de Obras y Proyectos Estratégicos del Ayuntamiento de Pamplona, José Vicente Valdenebro, señalaba como uno de los motivos para tomar la decisión de demoler el frontón de los fosos de la Ciudadela "la existencia en Pamplona de numerosas infraestructuras similares en las que poder practicar pelota". 
Realmente, Pamplona contaba entonces con otros siete frontones de acceso libre.
Así que... no quedó otra.

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