martes, 7 de enero de 2020

La Campana Gorda y la Campana María

Unas canciones infantiles -con las que mis hermanas jugaban al corro en los años 50- son la excusa perfecta para conocer como ha sido el traslado de las dos campanas más grandes de España, desde el taller donde se fundieron hasta su campanario actual.
Estas navidades mi hermana Esperanza nos sorprendió con una de esas canciones infantiles que todavía se cantaban en los años 50 en las calles de Pamplona: "Para campana grande, la de Toledo". Aquellas canciones de corro solían ir seguidas de otras, formando un popurrí en un orden preciso, y ésta vino seguida de "Yo me tiraría-ría". Por cierto, ninguna de las dos aparece en el precioso libro de Alejandro Ciarra ni cantadas en la Red, así que tenemos que agradecerle a Espe este desolvido. En la tesis doctoral de Rosario Guerra, dedicada al folclore de Piornal (Cáceres) viene exacta la letra que mi hermana canta de "Para campana grande...".
Aquí tenéis las dos:
Para campana grande,
la de Toledo,
que caben siete sastres
y un zapatero y un zapatero.
Cantar y brincar,
cantar y brincar
con garbo y con sal 
Yo me tiraría-ría,
yo me tiraría a un charco,
yo me tiraría-ría-ría y olé
por la del vestido blanco;
por la del vestido blanco
y la toquilla colorá,
es la novia de mi hermano y olé,
pronto será mi cuñá


De la fundición al campanario
La de Toledo es la más grande de España y la que menos ha sido tañida, ya que desde el principio apareció una grieta tremenda que le impide dar un buen sonido. 
Su nombre popular es la "Campana Gorda" y supongo que a ella se refiere este villancico -Noche divina- que escuchábamos en casa y que tanto le gustaba a mi madre:
“Dame el aguinaldo, carita de rosa, 
que no tienes la cara de ser tan roñosa.
La Campana Gorda de la Catedral 
se te caiga encima si no me lo das"
Siempre me ha intrigado cómo transportaban esas campanas gigantescas desde la fundición hasta el campanario y he tenido la suerte de encontrar esa información, en el caso de la Campana Gorda, con todo detalle

Instalación de la Campana Gorda
La campana se fundió no muy lejos de la Catedral, en la cuesta de San Justo, número 5, en una casa que todavía conserva la gran puerta por la que salió en carreta la campana camino de la torre. Desde allí fue arrastrada hasta la plaza del Ayuntamiento en siete días, llegando un 30 de septiembre de 1755. En cuatro horas, comenzando a las 6 de la mañana, la campana estaba en el lugar que ahora ocupa. Los encargados de subir tan tremendo peso hasta los más de 80 metros de altura fueron 22 marineros venidos desde Cartagena y ayudados por varios bueyes que mediante una gran rampa (y, encima de ella algo así como una vía por la que se deslizaba una plataforma sobre la que se montó la campana) y poleas arrastraron la campana hasta lo más alto de la torre. Para que pudiese entrar en el campanario, hubo que romper uno de los muros laterales y luego reconstruirlo.

La Campana María (transporte, instalación y traslado)
Para cuando se pintó este cuadro (h. 1640), la María ya llevaba 56 años en la torre
Pincha y comprueba lo que aquí se dice
La campana la hizo Pedro de Villanueva el 15 de Septiembre de 1584. Así lo señala el rótulo grabado en la propia campana: "Petrus Villanueva me fecit anno MDLXXXIV die XV Septembris".
La Campana grande se hizo "siendo Obispo Don Pedro de la Fuente, reinando Don Felipe 2º"

De Güemes a Pamplona
Pedro de Villanueva tenía el taller de fundición en Güemes (Bareyo, Cantabria), localidad que dista más de 225 km de Pamplona.
La campana no quedó instalada en la torre románica de la Catedral (iglesia y el claustro ya en estilo gótico en los siglos xiv al xvi) hasta el 27 de Octubre del mismo año, tras 42 días de traslado (en carreta tirada por bueyes, supongo), a una media de 5,36 km/d.
dos puertas, cada una con tres arquivoltas... 
se parecía mucho a la de Platerías de Santiago
Una vez al pie de la Catedral, "se subió en menos de tres horas, sin desgracia alguna el 27 de Octubre del referido año, á presencia del Señor Obispo, y Virrey, con otros muchos curiosos."
El sonido de la María lleva, pues, más de cuatro siglos (435 años) "meciendo en su abrazo" (gracias, Jesús Arraiza) a la cuenca de Pamplona.
En "Apuntes históricos sobre la catedral de Pamplona", donado a la Catedral por el bibliófilo Don José Antonio Mosquera en 1987, 206 p. no se dan más detalles técnicos de cómo se subió a la torre románica, pero me imagino que de forma muy parecida a la que -130 años después- se llevó a cabo en Toledo, : maromas, poleas, rampas, forzudos, bueyes, railes, muro lateral...

De portada románica a fachada neoclásica
La vieja portada románica de la catedral, conservada en la reedificación gótica del templo, sobrevivió hasta finales del siglo XVIII. A mediados del XVIII se menciona por primera vez la necesidad de sustituirla. Por fin el cabildo  aprobó su realización en 1782.
Ventura Rodríguez fue elegido para trazar el proyecto y Santos Ángel de Ochandátegui para ejecutarlo. Las obras se iniciaron en 1783 y se prolongaron hasta 1800.
Ventura Rodríguez se encontró con la dificultad de tener que acoplarse a un edificio preexistente que poseía un sistema constructivo radicalmente diferente, pero consiguió resolver el enlace entre la fachada y la edificación medieval mediante la ampliación de las naves en un tramo más en la zona de los pies, de forma que pasaron a contar seis en lugar de los cinco tramos iniciales, resultando esta ampliación una replica exacta del estilo y las formulas arquitectónicas y decorativas de la fábrica gótica.
Sin duda, el traslado de la campana María, con sus medidas (2,50 m de diámetro por 2,25 de altura) y sus más de 10 toneladas de peso  desde la torre románica en la que se ubicaba hasta la nueva torre fue un reto difícil, peligroso y sin precedentes conocidos. 
Cuando la torre norte neoclásica llegó a la altura de la románica -que albergaba a la María- Ochandátegui dirigió el peligroso traslado. Una vez instalada la María, se construyó  el tercer cuerpo de la torre con columnas de orden corintio que encuadran los arcos de medio punto destinados a las campanas y el remate campaniforme final, abrochando el conjunto.
Desde entonces la María no se ha movido de sus sitio y las reformas y arreglos se han efectuado in situ.

Iñaki Lacunza canta a la María
Como no podía ser menos, esta imponente campana, que en tan señaladas ocasiones nos ha cantado a pamploneses y cuencos durante más de cuatro siglos, se merecía que alguien la cantara a ella. Y "el Trovador de Pamplona", Iñaki Lacunza, se sacó de la chistera en 2012 una canción que... mejor escuchadla. ¡¡¡Y esa guitarra del "Chipi"!!!
Esta canción (me insiste Iñaki) quiere ser un homenaje y un agradecimiento, además de a Pedro de Villanueva, el fundidor de la María, a todos los campaneros que ha tenido la Catedral, que han subido centenares de veces los 151 escalones que llevan a la María, especialmente al último campanero José Rafael Leoz Yoldi; a los amigos valencianos que, como si fueran suyas (que también lo son), han restaurado las campanas y, por supuesto, a quienes, sin darle mayor importancia, quitándose tiempo de donde no hay, suben al campanario y, repicando y bandeando (¡qué bonito! nunca lo vi de niño, pero lo he visto ahora) las imponentes campanas, "mecen en su abrazo" a toda Pamplona y su Cuenca.

4 comentarios:

Carmelo dijo...

Bonita y entrañable tu entrada de hoy Pachi. Hoy le he puesto los toques de las campanas a mi madre y ha abierto los ojos como platos, le he hablado de las historias que nos cuentas cada día y le ha encantado, en especial la de las campanas, pues ella en su juventud era la campanera de Miranda, tenia fama mi madre de ser la mejor, tocaba todos los toques como nadie, al nacimiento de un niño, la muerte, en Navidad, en Semana Santa, incendios, y cada día las misas, rosario y lo que fuera menester, etc...la verdad que ha gozado y yo también.
Un bonito trabajo Pachi.
Un navrazon.

Carmelo dijo...

Pachi, el de la zamarra verde, es tu hermano, no?

desolvidar dijo...

Muchísimas gracias por lo que me cuentas de tu madre. Es para mí un inmenso orgullo que la entretengas con estas historias. No, no está mi hermano. Pero aquí sí:
http://patximendiburu.blogspot.com/2014/12/visita-la-campana-maria.html

Aritz Lizarraga Olascoaga dijo...

Pachi:

A lo mejor me he perdido algo, pero ¿cuál es el motivo de que la campanica la trajeran marineros cartageneros? Aunque soy pamplonica viví un tiempo en Cartagena. Y me sentí bastante a gusto al ver que hablaban como nomo nosotros aragonesisnos (navarrismos) y diminutivos ico e ica.

Te agradecería más datos sobre la razón de tener gente cartagenera como marinos.