lunes, 28 de octubre de 2019

La Pamplona del XVII (por Martinena)

Proporciones más longilíneas que el original para una mejor visualización
Así era la Pamplona del siglo XVII                                                  Juan José Martinena Ruiz
Resultado de imagen de martinena"TRIBUNA CULTURAL El autor, director del Archivo Real y General de Navarra desde 1985 hasta su jubilación, explica con todo detalle la Pamplona del siglo XVII que se percibe en esta vista panorámica de la ciudad amurallada del cuadro recién adquirido por el Gobierno de Navarra y pintado hacia 1640

El pasado miércoles 23 de octubre, este periódico informaba a sus lectores de la adquisición en subasta, por parte del Gobierno de Navarra, de una interesante vista panorámica de Pamplona, atribuida a Juan Bautista Martínez del Mazo, yerno de Velázquez, y pintada hacia el año 1640, que representa la imagen que ofrecía la ciudad amurallada en su cara norte, es decir la zona comprendida entre las inmediaciones de la catedral y la parte más próxima al actual mirador de la Taconera. En este artículo vamos a hacer un recorrido visual por el cuadro, comentando los elementos más significativos que aparecen representados en él.

1. La muralla
Vista desde el Nordeste 1880 ca.
Lo primero que aparece en la vista panorámica es la muralla que integraba el frente norte del recinto, desde el portal de Francia hasta el baluarte de Gonzaga, donde hoy está el mirador de los jardines de la Taconera. Dado que –al menos en la imagen que se ha facilitado a los medios- no aparece el baluarte del Redín, que naturalmente quedaría a la izquierda de la catedral, son pocos los elementos de la fortificación que se pueden comentar. En primer lugar, en la vertical de la catedral se insinúa el espolón o baluartillo que defendía el portal de Francia o del Abrevador, que entonces se reducía a la puerta de más arriba, la que da entrada a la calle del Carmen, construida en 1553 por el virrey Beltrán de la Cueva, duque de Alburquerque, ya que los baluartes bajos del Pilar y de Guadalupe con la puerta de abajo, que aún conserva su puente levadizo, no se construyeron hasta 1750. Entre el palacio del virrey, actual sede del Archivo General de Navarra, y el convento de los dominicos, que hoy alberga las oficinas del Departamento de Educación, se puede ver, sobre el recodo del río, la llamada plataforma del Palacio, un baluartillo emplazado más o menos en el punto medio del frente norte, que separaba el medio frente de la muralla llamado antiguamente de Francia o del Redín, del otro medio frente o lienzo de la Rochapea, que iba desde aquí hasta el baluarte de Gonzaga, junto al Portal Nuevo. No se aprecia el portal de la Rochapea, que databa del mismo año que el de Francia, pero sí una pequeña abertura en la muralla, un poco desplazada respecto al emplazamiento del portal, del que quedan varias fotografías, ya que se mantuvo en pie hasta el año 1914. La ronda de Descalzos aparece representada prácticamente como en la actualidad, reducida a una simple pared sin detalle alguno de carácter defensivo, ya que contaba con la barrera natural del río y lo escarpado del talud que forma el terreno en que se asienta la muralla. En el extremo derecho de la pintura, se ve otra abertura entre el antiguo bastión de Santa Engracia y el baluarte de Gonzaga, que se corresponde con el Portal Nuevo.

2. La catedral
Interpretación de Martín Larráyoz 
Dejando aparte la muralla, si observamos la vista panorámica de la ciudad yendo de izquierda a derecha, el primer edificio que destaca por encima de las demás casas es la catedral. Y precisamente una de las singularidades de esta pintura es que, aunque sin mucho detalle, la representa con su primitiva fachada, que se derribó para construir la actual neoclásica de Ventura Rodríguez. El viejo frontis románico del siglo XII no se llega a apreciar, pero en cambio sí que descuella la torre de su campanario, que debía de ser alta y recia, con un cierto aire de fortaleza.

3. El convento del Carmen
Convento del Carmen, junto a la Puerta del Abrevador
En el mismo extremo izquierdo de la pintura, al lado mismo de la muralla, se puede ver el desaparecido convento del Carmen Calzado, que desde 1380 aproximadamente hasta su derribo en 1899, estuvo emplazado en la esquina de la calle del Carmen, a la que dio nombre y que antes se llamó rúa de San Prudencio y rúa de los peregrinos, con la actual calle del Redín. La primitiva iglesia del siglo XIV se reedificó en la primera mitad del XVII, añadiéndole una torre campanario de ladrillo cuya imagen se puede ver en alguna vieja fotografía del Archivo Municipal.
El convento, que era bastante grande, contaba con dos patios –uno de ellos el claustro- y una huerta en la parte que daba hacia la antigua Escuela de Magisterio y el Laboratorio Provincial. En 1836 el Estado se incautó del edificio conventual, incluida la iglesia, para dedicarlo a hospital militar, destino que en 1841 se cambió por el de cuartel de infantería, uso en que se mantuvo hasta la década de 1890, cuando la tropa pasó a los nuevos cuarteles del Primer Ensanche, también ya desaparecidos. Tras su abandono por el Ejército, pasó a ser propiedad del Ayuntamiento, que lo derribó y procedió hacia 1900 a la venta de su solar a distintos particulares. El retablo mayor de la iglesia se conserva en la antigua capilla del museo de Navarra y otros tres altares, en la parroquia de San Agustín.

4. El palacio del virrey
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El Palacio hacia 1930
Cerca del convento, continuando hacia la derecha, destaca por su altura el edificio del palacio real, que desde 1530 hasta 1840 sirvió de residencia a los virreyes de Navarra. El primero que lo habitó fue don Diego Hurtado de Mendoza, marqués de Cañete, en 1539, que hasta esa fecha había vivido en el castillo levantado por Fernando el Católico en la zona que hoy ocupan el Palacio de la Diputación y la iglesia de San Ignacio. Desde la precipitada salida de los reyes Juan de Labrit y Catalina de Foix en junio de 1512, el antiguo palacio sirvió algún tiempo de casa de la munición y fundición de artillería, por lo que se hallaba bastante deteriorado y para volver a hacerlo habitable requirió algunas reformas, que corrieron a cargo de Pedro del Peso, maestro mayor de las obras reales en el reino de Navarra.
No fueron las únicas. Entre los años 1575 y 1579 llevó a cabo otras muy considerables don Sancho Martínez de Leiva, que incluían desde nuevas salas y aposentos hasta calefacción, y sobre cuyo elevado coste pidió explicaciones el rey Felipe II, a quien se informó que el virrey las había hecho a sus propias expensas. En 1621 se ejecutaron nuevas obras por orden del marqués de Hinojosa, con intervención de Francisco Fratín y del veedor Martín Ochoa de Irigoyen, que afectaron a la fachada y galería que miraba al jardín y la huerta del palacio. En esta ocasión el virrey se empeñó en cargar su importe –más de 700 ducados- a los fondos del Reino, lo que dio lugar a algún desencuentro con las Cortes. Tras estas intervenciones, el antiguo palacio medieval de nuestros reyes debió de perder su aspecto originario, quedando en la forma que lo representa la vista panorámica que venimos comentando.

5. El convento de Santo Domingo
Convento de Santo Domingo
Continuando hacia la derecha, dejando en medio el jardín del palacio, destaca el enorme caserón del convento de los dominicos, erigido en la segunda mitad del siglo XVI y que tras una total rehabilitación, actualmente sirve de sede al Departamento de Educación del Gobierno de Navarra. Su iglesia conventual de Santo Domingo, que por su situación hacia la trasera de la casa consistorial no se ve en la pintura, se construyó entre los años 1535 y 1568. En 1836, en virtud de las leyes de Desamortización de Mendizábal, se incautó de él el Estado para dedicarlo a cuartel de infantería, aunque su destino final fue el de hospital militar, uso en el que se mantuvo hasta 1975. En 1630, coincidiendo casi con la época en que se pintó esta vista panorámica, se estableció en este convento una universidad, que solo contaba con las facultades de Artes y de Teología y que sería suprimida por Carlos III en 1771.

6. El hospital
Resultado de imagen de zaragüeta hospital civil"A continuación, se pueden ver dos edificios adosados, de diferente altura, que corresponden al antiguo hospital general de Nuestra Señora de la Misericordia, cuya iglesia y parte de sus dependencias ocupa hoy el Museo de Navarra. Aquel hospital, que funcionó durante cuatro siglos, se construyó entre los años 1545 y 1556 a expensas del benemérito arcediano de la catedral don Remiro de Goñi, quien a su muerte le dejó además todos sus bienes. Fue en la tardía fecha de 1934 cuando las instalaciones hospitalarias pasaron a los nuevos pabellones de Barañain, donados a la Diputación por doña Concepción Benítez, viuda de Beistegui, en 1915.

7. Las torres de San Saturnino
Vistas desde la Barbazana
Por detrás del hospital, en segundo plano, descuellan por su gran altura, las dos torres, casi gemelas, de la iglesia medieval de San Saturnino, la primera parroquia del antiguo burgo de San Cernin y en aquella época la principal de la ciudad después de la catedral. La fisonomía exterior de esta hermosa iglesia medieval, que se asemeja a la de una fortaleza, no ha cambiado mucho de entonces a ahora. Salvo en el detalle de que, cuando se realizó esta pintura, las torres, que para entonces habían perdido su antiguo coronamiento almenado, no contaban aún con sus actuales remates, que en la torre de las campanas consiste en un chapitel octogonal de ladrillo, construido en 1728, y en la del reloj es un chapitel mucho más sencillo, de madera de roble recubierta de cinc, que se colocó en 1795, encima del cual hay una veleta de forja con la figura del conocido popularmente como “el gallico de San Cernin”.
No debe sorprender que no asome por ninguna parte la torre de la iglesia de San Nicolás, ya que en 1521 la hizo derribar el virrey conde de Miranda, porque desde ella se podía hacer daño al castillo que mandó construir Fernando el Católico en 1513, poco después de la entrada en la ciudad de las huestes del duque de alba. En el pleito que litigó la parroquia a raíz del citado derribo, algún testigo declaró que “era una torre muy alta y muy fuerte y grande, toda de piedra labrada”. La Corona tuvo que indemnizar al cabildo de la parroquia con 1.080 ducados, conforme a la tasación que hicieron el veedor Pedro de Malpaso y el maestro de obras Juan de Larrea.

8. La ronda de Descalzos
Paseo de Ronda Cía 1933
A partir del antiguo hospital, siguiendo por la ronda de Descalzos, se puede ver una sucesión de casas sin ningún detalle especial digno de mención. La parte derecha de la vista panorámica –o al menos de la imagen que de ella se ha facilitado a los medios- muestra una serie de edificios que, si la fecha en que se pintó fue como se cree en torno al año 1640, habría que identificar con el convento de las agustinas recoletas, cuya construcción comenzó en 1624, ya que el de los carmelitas descalzos no se empezó a edificar hasta veinte años después.

9. La gran torre de San Lorenzo
Torre y puerta de San Lorenzo en la muralla
 medieval, según J. J. Martinena
En esta última parte del cuadro destaca por su considerable altura la primitiva torre de la iglesia de San Lorenzo, que aparte de servir de campanario, era ya en el siglo XIII, junto con la torre de la Galea, uno de los elementos defensivos más importantes de la antigua muralla del burgo de San Cernin. Cuando entre los años 1806 y 1811 se reedificó la nave de la iglesia en la forma que hoy presenta, la antigua torre permaneció en pie con toda su altura de más de 60 metros y así la dibujó Víctor Hugo en la visita que hizo a Pamplona en 1843 y así también la representó Manuel Sanz y Benito en una acuarela que conserva el Ayuntamiento, pintada cuando la sublevación de O´Donnell en 1841.
En aquella ocasión recibió algunos impactos de artillería que dañaron su estructura, por lo que el Ayuntamiento ordenó en 1852 su derribo parcial, que redujo su altura en más de un tercio. Por último, en 1901 fue totalmente demolida para levantar en su lugar la actual fachada, entre neorrománica y ecléctica, obra del arquitecto Florencio de Ansoleaga

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