Enrique Abad, con García Matos

Enrique Abad y Julián Ayala reciben un galardón jotero de manos de Fermín Ezcurra
(DN 06.03.1957)

En relación con la faceta jotera de su amigo Enrique Abad, me manda el también cirbonero, Fernando Carrillo de Albornoz, todo un documento que va a servir para cubrir una laguna en la biografía del tenor 1º de Los Iruña'ko. Gracias, Fernando.

Biografía de Enrique Abad

Cuentan Echenique y Murillo, en su libro "Los Iruña'ko. 50 aniversario", que 

-la afición de Enrique (Cintruénigo, 27.01.1933) a la jota la heredó de su madre, que fue quien le enseñó a cantarlas.

-en el año 1947, con 14 años, empezó a estudiar música con el director de la Banda de Música de Cintruénigo, Antonio Martínez Caraciolo, “Caparroso”.

-en 1950, con 17 años, siguió estudiando con Daniel Zamora, director del coro y organista de la parroquia San Juan Bautista de su localidad natal, y se incorporó al coro, donde estuvo hasta el curso 1956-57, cuando pasó a integrar Los Iruña´ko, ya con 23-24 años.

García Matos, incorporado en la biografía de Enrique Abad

En aquellos años, Enrique trabajaba con su padre en un taller de fontanería y dedicaba gran parte de su tiempo de ocio a lo que más le gustaba: cantar jotas. Así se explica que fuera ocho veces campeón navarro de jotas, siete en categoría individual y una por parejas, con Julián Ayala (ver foto de portada). Participó durante cinco años seguidos en la Ronda de San Pedro, un certamen que también organizaban Los Amigos del Arte y al que acudían los ganadores del concurso de jotas.

Durante esos años se constituyó el grupo Los Trinos Cirboneros, del que Enrique Abad formó parte. De entre las muchas actuaciones que ofreció el grupo, la más destacada fue el concurso organizado por Los Amigos del Arte en Pamplona. La final se celebraba en el Teatro Gayarre, y Los Trinos Cirboneros obtuvieron el primer premio, por delante del Trío Iberia, el origen de Los Iruña’ko.

Esos sucesivos galardones, su extraordinaria voz y su sentido del deber fueron algunos de los motivos por los que Joaquín Zabalza, Enrique Los Arcos y Alberto Huarte pusieran sus ojos en él y le propusieran formar parte del grupo Los Iruña´ko. 

Siempre recordaba que, en la etapa inicial, se desplazaba los sábados por la mañana en el autobús desde Cintruénigo hasta Pamplona para ensayar y se quedaba a dormir en una cama que habilitaron para él en la casa de los Huarte, en la calle Mayor, 54 (echad una ojeada). Y también aquellos años en los que el padre de Alberto Huarte le daba clases de canto y profundizaba en la mejora de la vocalización.

Era tenor, voz solista, y acompañaba con los ritmos.
Fue, junto con su gran amigo Iñaki Astondoa, la voz de Los Iruña´ko en los discos y en el escenario. 

Una laguna: García Matos

Como veis, en esa magnífica y brillante biografía no aparece el encuentro de Enrique con el folclorista García Matos. 

Unos años después de Lomax, Manuel García Matos también se recorrió España, de pueblo en pueblo, a la caza de canciones. Y entró en contacto, hacia 1958, con Enrique Abad.

Me dice Fernando Carrillo: "Le pregunté a Enrique por esta historia y me comentó que se acordaba perfectamente, que le llamaron para grabarla de Hispavox en San Sebastián. Te acompaño como complementos la jota grabada y los comentarios de García Matos que aparecieron publicados a comienzos de los años 60 en la “Magna antología del folklore musical de España”.

No anduvo muy fino don Manuel en un par de aspectos:

No es excusa que Enrique Abad le dijera que esa jota se cantaba  en Cintruénigo, para que García Matos titulara como "Jota de Cintruénigo" a la que todo el mundo conoce como "Carreteros calandrianos" y en la SGAE está registrada como "Acarrear", con letra de Ezequiel Endériz y arreglos de Genaro Monreal.

El primer verso ("De acarrear el monte abajo") tampoco entiendo de dónde lo sacó don Manuel. Yo creo que lo correcto es "De acarrear de(l) Monte(a)bajo", siendo Montebajo o Monteabajo un topónimo profusamente registrado en Navarra (y supongo que en otras muchas Comunidades)