lunes, 3 de diciembre de 2018

Día de Navarra 2018. Sánchez Albornoz

Eskerrik asko, Koko
Hoy, Día de Navarra, no me queda otra que recoger el legado que, antes de morir en julio del 84, nos dejó  un gran historiador y un gran republicano:
"En nombre de la sangre navarra que corre por mis venas les requiero para defender sus inalienables derechos a vivir libres y españoles."

Lo que más les desconcierta es que lo diga un historiador, alguien que fue ministro durante la II República, que tuvo que exiliarse al empezar la guerra, que fue Presidente de su Gobierno en el exilio y que, por fin, volvió a España en 1976.
Claudio Sánchez Albornoz, atento a lo que sucedía durante los años de la Transición, vio que Navarra estaba sufriendo el terrible acoso del independentismo vasco. "Nafarroa Euskadi da" era el mantra en aquellos años.
Y lo que es peor, los mismos que hoy han diseñado la táctica del "No a las agresiones sexistas", gritaban entonces "Del Burgo, Aizpún, pim, pam, pum", reclamando a ETA que tomara las medidas que 'el pueblo' exigía y que cayeran las nueces que el PNV (hoy Geroa Bai en Navarra) estaba, como bien dijo Arzalluz, dispuesto a recoger.
Claudio era consciente de que le quedaba poco tiempo y, antes de abandonar este mundo, quiso dejarnos a los navarros su testamento: una carta con fecha del 26 de abril de 1984.

Adiós a los navarros
Desde lejos he seguido su lucha por resistirse a la incorporación a Euzkadi. Tienen toda la razón. La causa de ustedes es la mía, ¡adelante!, les asiste el derecho.
Estoy con ustedes de corazón y no sólo por devota amistad y respeto a mi tradición familiar, sino por convicción histórica.
No deben cesar en la batalla por conservar la personalidad de Navarra de tan limpia historia. Su tradicional tozudez les va a ayudar.
Yo no soy nadie, pero enfermo y cansado, les deseo el éxito de todo corazón y confío en que Dios les ayudará en la noble empresa.
Yo espero que sabrán hacer nueva la historia manteniendo la libertad; su milenaria personalidad dentro de la aforada madre España.
En nombre de la sangre navarra que corre por mis venas les requiero para defender sus inalienables derechos a vivir libres y españoles.
A ustedes, queridos navarros, les envío un abrazo de padre. Deseo para esta entrañable Navarra, de la que tengo abuelos y apellidos, todo lo mejor. Que guarde su identidad, su españolía y la hombría de bien de los suyos.
Saben que estuve y estoy siempre junto a ustedes.
Un fuerte abrazo para todos

En agradecimiento a don Claudio, va este "Siempre p'alante" (Larregla-Blasco, 1899) que otro republicano, Ramón Bengaray,  fusilado en el 36, llegó a grabar en 1929 como solista en la parte del barítono ("En los montes de Navarra...").
¡A toda pantalla, por favor!

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