sábado, 18 de agosto de 2018

1982: Puente la Reina, sin puente (act.)

Altadill 1900ca. construido en 1893, no esperaba que pasaran camiones con tráiler
Construido en 1893, cuando por él pasaban carretas, tenía que haberse jubilado en los años 60. Pero estiraron más de la cuenta y el 28 de abril de 1982, al mediodía, dio el gran susto en Puente la Reina
El camión se salvó de milagro. El coche quedó 10'40 m. más abajo 
El 28 de abril de 1982, en Puente la Reina (Navarra), el puente de la N111, que atravesaba el Arga, se desplomó. Nada que ver con la tragedia de agosto de 2018 en Génova. Pero hoy recordamos aquel hecho, desconocido o insignificante para casi todos, pero que a algunos les cambió la vida.
Nos lo cuenta Icíar Irurtia en Entorno Valdizarbe, en un artículo escrito en 2012, con motivo del 30º aniversario del hundimiento del "puente nuevo".

“Recuerdo que el puente cayó al mediodía, y como yo iba siempre a trabajar por el puente románico, me tocó ver el puente sobre el río, justo cuando acababa de caer". 
Altadill 1900ca. Fue un señor puente al que se le pidió más de la cuenta
Treinta años sin el puente "nuevo"                                                                          Icíar Irurtia
El 28 de abril de 1982, el puente de hierro cayó sobre el río Arga. En apenas cinco meses, los puentesinos estrenaron nuevo viaducto 
Dos operarios (pincha foto), desmontando la estructura
El mismo año que en España acogíamos el Mundial de Fútbol, parte de la historia de Puente la Reina se hundió en el fondo del río Arga. 
El puente "nuevo", aquel por el que discurría la carretera N111, por el que circulaban miles de vehículos, rugió por última vez el mediodía del 28 de abril de 1982, cuando lo atravesaba un vecino de Los Arcos, en un Seat 124 [Fernando Ajona Salazar Un recuerdo para Antonio Blasco de Los Arcos, accidentado con su SEAT 124 al caer el puente y que quedó parapléjico.Yo tuve la fortuna de conocer a ese gran y buen hombre hoy ya fallecido], y un camión (de transportes Nagore) con gabarra salía del puente e iniciaba su recorrido por tierra firme. 
Su estructura de hierro se desplomó y, a sus casi noventa años, el puente cayó sobre el río. 
Hace apenas un mes (escrito, recordemos, en 2012) se cumplieron tres décadas del desplome. Testigos del levantamiento de un puente provisional y de la construcción del puente que salva el río actualmente, testigos directos de aquella historia, la recuerdan para nosotros. 

El  puente que trajo el amor... 
Un grupo de soldados posa en el puente provisional. El
primero por la izquierda. en la segunda fila, es Antonio
Fernández, actual marido de la puentesina Asun Urra
El hundimiento del puente marcó sus vidas. Sí, sí. El desplome del viaducto metálico, aquel abril de 1982, cambió la historia de Puente la Reina y las vidas de algunas de sus vecinas. Aquellas dos chicas que conocieron al amor de su vida a orillas del Arga, entre aquellos soldados del cuartel de San Sebastián que se emplearon a fondo, durante más de un mes, para dotar a la localidad de un puente provisional que salvara el Arga para el tráfico rodado. Por aquel entonces, la puentesina Asun Urra De Andrés trabajaba en Europunto, una factoría textil ubicada en la carretera de Artazu, al otro lado del Arga. 
Puente de los soldados
"Recuerdo que el puente cayó al mediodía y, como yo iba siempre a trabajar, en bicicleta, por el puente románico,  me tocó ver el puente sobre el lecho del río justo cuando acababa de caer.
De aquel acontecimiento también recuerda la llegada de los soldados desde San Sebastián, encargados de levantar un nuevo puente, y la revolución que su presencia provocó en el pueblo. "Había más movimiento"...  
En 1982, Antonio Fernández Luque, natural de Barcelona, cumplía el servicio militar en el Regimiento Mixto de Ingenieros del Cuartel de San Sebastián. 
Altadill 1900ca
"Nos enteramos de que se había hundido un puente y que teníamos que ir a Puente la Reina para construir uno provisional". Así, a mediados de mayo, una vez concluidas las labores de desguace del puente hundido, los militares partieron rumbo a Puente. 
"Fue un lunes y ese fin de semana no nos dieron permiso para salir. Fuimos un convoy de unos diez o doce camiones, con todo el material necesario para la construcción del puente", recuerda. Antonio Fernández era el chófer del quinto camión que conformaba el convoy...

» De aquel acontecimiento recuerda la llegada de los soldados, encargados de levantar un nuevo puente y la revolución que su presencia provocó. 

Más de treinta años juntos 
Y, una vez en Puente la Reina, las antiguas escuelas de la calle San Pedro se convirtieron en su hogar durante casi dos meses. "Guardo muy buenos recuerdos. Estuvimos muy bien. La comida era muy buena -habilitaron un comedor en la parte de abajo del edificio escolar- y la gente fue muy hospitalaria". 
Fueron tan bien acogidos que algunos hicieron amistades -"hasta nos metimos en las cuadrillas de Puente"-. Y otros conocieron en esta villa al amor de su vida. 
Como Antonio Fernández. Que no sólo se llevó de Puente la Reina muy buenos recuerdos. Aquí conoció a Asun Urra, su mujer desde hace más de veinte años.
"Empezamos a salir después de que Toni se licenciara. Era muy amigo de José Manuel, otro soldado que se casó con Tere Rupérez, otra puentesina. Continuó viniendo a Puente y surgió la relación -cuenta Asun Urra-, compartíamos cuadrilla y nos lo pasábamos muy bien". 
"Asun parecía muy buena chica y después de licenciarme continué viniendo, fuimos reforzando nuestra amistad hasta que comenzamos a salir. Continuamos y hasta hoy", explica Antonio Fernández. 
Se casaron en 1988, seis años después del hundimiento del puente de hierro y se trasladaron a vivir a San Adrián del Besos. Actualmente, residen en Riudoms, Tarragona, y tienen dos hijos, Javier y Sergio. 
"¿Que si saben cómo nos conocimos? Pues, no lo sé, imagino que lo habremos comentado alguna vez... Pero para ellos, Puente la Reina es el pueblo de la mamá, donde vive la familia. Así es como lo conocen", se sincera Asun. 
1956 El puente que se hundió en 1982 y, detrás, el puente románico
Haciendo Historia 
1963 (pincha; Armendáriz-Jurío)
El puente que salvaba las aguas del río Arga y sobre el que discurria la carretera N111 tenía una longitud de 74 metros, una anchura de firme de 4,70 metros y una altura de 10,40. Fue construido por la empresa belga "Anónima de Construcciones y Talleres Willebroek" y costó a la Diputación 169.466,4 pesetas. Se construyó en 1893, al tiempo que los puentes colgantes de Sangúesa, Caparroso y Carcastillo. 
Un mes antes de que el Ayuntamiento avisara a la Diputación del mal estado en el que se encontraba el puente, éste cayó sobre el Arga. Fue el 28 de abril de 1982. 
Tras el hundimiento del puente, las autoridades iniciaron reuniones para plasmar una solución provisional. Así, se solicitó al Gobierno Militar la colaboración del Ejército para la construcción de un puente provisional. 
Después, la Diputación Foral se reunió con el Ayuntamiento para determinar el lugar en el que se construiría el puente definitivo, la posible construcción de una variante o la ampliación de la travesía. 
El puente provisional. Hacia el 21 de mayo comenzaron los trabajos de construcción del puente provisional, situado finalmente a la derecha del antiguo. De la construcción de sus arranques se encargó Diputación, y en el montaje de la estructura participaron 120 militares del Regimiento Mixto de Ingenieros n° 6 con acuartelamiento en San Sebastián. El puente tenia una longitud de 45 metros y una anchura de 4,20.
Impresionante imagen del puente románico y el actual
El puente definitivo. Cinco meses después del hundimiento del puente, el 27 de septiembre, se abrió al tráfico el nuevo puente definitivo de la N111. Fue construido por Dragados y Construcciones S.A. en 89 días.
El puente que salva el río Arga tiene una anchura de 13 metros, incluidas las aceras de 2,05. La estructura se apoya sobre estribos de piedra del anterior puente y en dos pilares centrales situados a 26 metros de la orilla. 
La obra se concluyó un mes antes de lo previsto y costó 45 millones de pesetas. 
Días después de su inauguración, un ingeniero de la empresa constructora declaró a un periódico local: "Este puente no se cae a no ser que se produzca un cataclismo". 
En septiembre, el nuevo "puente nuevo" celebrará su trigésimo cumpleaños (recordemos que el artículo está escrito en 2012).

En el Archivo Abierto del AGN (pincha) tenéis unas magníficas imágenes del puente metálico de 1956 y, sobre todo, tres imágenes de Altadill de alrededor de 1900. Disfrutadlas.

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