miércoles, 27 de diciembre de 2017

Talibanes de la 'TX'


Desde antes de la Transición, la lengua española y el euskera vienen padeciendo un fenómeno bastante lamentable. Consiste en escribir en castellano, pero con grafía vasca.

El destrozo para el castellano es evidente. Pero no creo que sea menor para la lengua vasca. Flaco favor le hacen porque venden como euskera lo que no es sino un castellano mal escrito.
José Javier Corpas sabe bien quién es el responsable de este desaguisado 

Las mazas golpean con la ‘tx’                                                 por Jesús Javier Corpas
Cuando el furor nacionalista trata de expandir por el viejo reino sus grafías, el resultado acaba en la regresión al más genuino español de antes
Acostumbramos a decir que la F, en lengua española, es letra poco modesta, ya que no admite ir de última en ninguna palabra. También podríamos alegar que la X está cogiendo en los últimos tiempos un comportamiento agresivo, avasallador y excluyente. No sería cierto. Las letras no tienen personalidad y sí características. Y estas pueden ser las propias de su idioma, o las de alguien que las use mal, para imponer una colonización anticultural.
La X ha servido para tachar, para designar lo oscuro: "míster X"; lo pornográfico: "clasificado X"; o bien lo grueso: "talla XXX". Aunque la X adquiere su peligro cuando la pueden juntar a la T; entonces es susceptible de que la impongan en cualquier sitio. La T que, bien mirada, parece un tipo con boina, si se alía con la X, da lugar a una combinación más invasora que el mosquito tigre.
Oreja en mano, Jon Idígoras, "Chiquito (sic) de Amorebieta"
Veamos ejemplos. Existían unos vocablos muy bien traídos que van siendo erradicados por los talibanes de la TX. Aquí la gente tapeaba banderillas; histórico aquel cartel anunciador, «Banderillas controladas por radar; Chavis tiene una vista de lince». Sin embargo ¡ay, amigo!, existe el verbo pinchar, por el que a los comestibles atravesados por un palillo se les pasó a llamar pinchos. Y pincho, a un antiortográfico le permite meter una TX. Y un talibán no comparte espacio con nadie. Así que banderilla y tapa debían desaparecer.
En las fiestas, los abertzales autóctonos llamaban siempre a su zona de exclusión, «barracas políticas»; pues han tenido que inclinar la cerviz ante Bilbao, que el que manda, manda. Y si allí usaban una degradación de choza, llamándole “txozna” (ahora, “txosna”), aquí tenía que ser igual.
Le pasó al chuletón. Ahora usted podrá leer: Tenemos chuleta de cerdo, chuletilla de cordero y «txuletón» (sic) de buey. Y esa agresividad del derivado cárnico asciende hasta a la ganadería. La Comunidad Foral tiene una denominación de quesos (‘Urbasa’ fue fagocitada por la guipuzcoana ‘Idiazábal’). Esa denominación es la de ‘Roncal’, la más antigua de España y con unos productos prestigiosos. Se elabora en ese valle, donde tiene su origen el ganado ovino de Raza «Rasa» Navarra.
Ésta es especie dura, que ya en el siglo IX el rey concedió derecho a los roncaleses y salacencos, por su lucha contra los sarracenos, a pastar en las Bardenas; esta oveja trashuma y da corderos de gran calidad. Con el aumento en la demanda de queso, se hizo necesaria la lacha, adecuada a la producción láctea. Ésta, que cría en Guipúzcoa y Álava además de aquí, era más propia de la pradera de clima atlántico que del frío de Belagua. Y se instaló en la zona hace mucho e hizo bien en aportar su leche. Pero, además, para alborozo de algunos, se le podía meter una 'TX', no lleva la denominación 'Navarra' y su difusión incluye a Euskadi. Así que ya desplaza en folletos y publicaciones a nuestra oveja genuina. Busquen, busquen...
Ahora le toca a un barrio con bonito nombre de etimología francesa. Y, la verdad, si Álvaro Cunqueiro viera titular su libro como «Las kronicas del sotxantre», con el cariño que tenía al lenguaje, no lo podría soportar.
La 'X', simbolizando el martirio de San Andrés, figura con la cruz de San Jorge en la que fue bandera para Vizcaya primero y, después, de un partido político, el PNV. Cuando pudo, fue impuesta por éste a todas las Vascongadas (ahora llamadas ‘Euskadi’) y, en su furor expansionista, intentó cubrir también a nuestro Viejo Reino y, selectivamente, a algunos territorios que dependieron de él.
Y, sin embargo - ¡mira por dónde! -, en los tiempos de Cervantes la X sostenía los fonemas G y J (Ximénez). Así, se escribe ‘México’ pero se pronuncia ‘Méjico’. Luego nacieron aquellas (G y J), y la X se limitó a su sonido. Por tanto, cuando escribimos Uxue por Ujué, se podría opinar que estamos haciéndolo en el más genuino español de antes. 
Feliz Navidad y saludox.
Jesús Javier Corpas Mauleón es escritor y empresario

1 comentario:

bega dijo...

Muy buen artículo, gracias por darnos a conocer todo el contenido. Bejas Bienvenida