domingo, 17 de septiembre de 2017

En Marcilla, ¡buenos días!


Quiero felicitar a Navarra confidencial por este artículo tan claro y a Mario Fabo, alcalde de Marcilla por la defensa explícita que hizo del castellano e, implícitamente, del PAI y de la pertenencia, sin complejos, de Marcilla a la zona no vascófona.
Sabrosos comentarios de Facebook


Incidente en Marcilla: 
lo difícil no es decir “good morning” o “egun on”, lo difícil es decir “libertad”
La apertura del curso académico tuvo ayer un momento noticiable en el IES Marqués de Villena, en Marcilla, debido a un cruce de declaraciones entre Mario Fabo, alcalde de la localidad, de UPN, y la presidenta Barcos.
Fabo comenzó su intervención dando los buenos días en castellano y añadiendo: “bueno, como no sé euskera, good morning”. Las palabras del alcalde alborotaron extraordinariamente a Uxue Barcos, Ainhoa Aznárez y María Solana, que asistían al acto. De hecho, al tomar posteriormente la palabra, Uxue Barcos comenzó su intervención respondiendo que “Es mucho más fácil decir 'egun on' que 'good morning'”.
Se equivoca sin embargo Barcos al pensar que lo difícil es decir “good morning”; lo difícil es decir “libertad”. A este respecto, el nacionalismo tiene algunos problemas graves a la hora de decir, en cualquier idioma, “libertad”.
Demasiado tiempo insultando a toda Navarra
Primero porque practica abierta y reconocidamente la así llamada “discriminación positiva” de los vascoparlantes. El término discriminación positiva, sin embargo, desde un punto de vista racional es puro marketing. La discriminación negativa de los negros era simplemente discriminación positiva de los blancos. La discriminación positiva hacia alguien necesariamente implica la discriminación negativa hacia otro. No hay discriminación positiva, sólo discriminación.
Segundo porque el nacionalismo pretende, también declaradamente, que el 100% de los navarros hablen vascuence. Esto es evidentemente distinto, incluso incompatible, con que el 100% de los navarros hablen lo que quieran con libertad. Malamente se va a conseguir que el 100% de los navarros se conviertan en vascoparlantes sin tener que forzar en alguna medida su libertad. 
Tercero porque el nacionalismo ha creado y defiende un supuesto derecho a vivir en vascuence, en virtud del cual si alguien se dirige a mí en vascuence yo le tengo que contestar en vascuence, excuso decir si además soy empleado público. El supuesto derecho a hablar en vascuence genera automáticamente una supuesta obligación de responder en vascuence. Es decir, se crea una obligación de responder en vascuence incompatible con la libertad. Naturalmente no se reconoce algo así como el derecho a no vivir en vascuence.

El vascuence será lo que sea, ¿pero fácil?
Hay al menos dos elementos que juegan bastante en contra del vascuence: el primero de ellos su dificultad y el segundo su utilidad. 
Cuando alguien aprende vascuence, no amplía el perímetro de personas con las que puede relacionarse, resulta que sigue pudiendo hablar exactamente con las mismas personas con las que ya podía hablar en español. Aprender vascuence, por tanto, aparte de ser difícil, no tiene sentido desde el punto de vista de la utilidad[se olvida el autor del acceso a la administración], aunque sea muy respetable aprenderlo por otras razones, sean sentimentales, familiares, culturales o ideológicas, pero no por la utilidad. Si hablamos de utilidad, además, está claro que es mucho más útil aprender inglés que vascuence. Observando el ranking de las mejores universidades del mundo está claro -otra cosa es que nos guste o no- que el mundo de la ciencia y el conocimiento se maneja en inglés, y el del comercio también. 
Juan Manuel Fernández Pacheco
Marcilla, 1650-1725 primer director
de la Real Academia Española
Teniendo en cuenta que el cuatripartito tiene paralizado el PAI para toda la gente navarra de clase humilde, es posible que el “good morning” del alcalde de Marcilla fuera por ahí.
Por último, volviendo aldiscurso del alcalde, al margen de la anécdota, interesa subrayar que se centrara en la exaltación del castellano, y mencionara a los “novatores” que, en un momento de “decandencia social”, hicieron que los españoles cobraran conciencia de su propia historia y del patrimonio de su cultura. Fabo señaló que en los momentos actuales que vive España “quizá tengamos que volver a tomar conciencia de nuestra verdadera historia y de nuestra cultura, donde nuestra lengua (el castellano) es parte importante y fundamental del progreso de nuestra tierra”.

Da gusto oír hablar de este modo a un alcalde de UPN. Una de las razones por las que el nacionalismo avanza y los demás retrocedemos es que ellos están orgullosos y nosotros avergonzados. Puestos a tener que elegir, ¿quién preferiría formar parte de un grupo de personas avergonzadas, en vez de un grupo de personas orgullosas de lo que son?

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