lunes, 31 de octubre de 2016

Puente de los Roncaleses. JM.Arlabán y G.Ulzurrun


El olvidado -casi- puente de los Roncaleses (DN 25.10.16)
Jesús Mª Arlabán Mateos es ingeniero de Caminos, Canales y Puertos. Economista. 

A lo largo del verano he recorrido algunos de los numerosos lugares de interés que reúne el entorno de Yesa. En las líneas que siguen quiero comentar uno que creo pocos navarros conocen de primera mano, posiblemente por su remota ubicación y la dificultad de su acceso. Me refiero al puente medieval sobre el río Aragón conocido como puente de los Roncaleses, sin duda una obra singular por diversos motivos, situada además en un paraje de gran belleza.
Construido en el siglo XI, probablemente sobre los cimientos de uno romano, salvaba el río mediante siete arcos, con una longitud total de unos 100 metros y anchura de 3 metros, con una estructura asimétrica típicamente medieval, con perfil curvilíneo de pendientes hacia el centro y potentes pilas, protegidas con tajamares en ambos paramentos.
Su importancia, más que a razones estéticas, en mi opinión, se debe a su ubicación en una encrucijada de caminos y a su azarosa historia. En efecto, en ese punto concurren tres vías históricas: una calzada romana, el Camino de Santiago aragonés, que entra en Navarra por Yesa, y la Cañada Real de los Roncaleses por donde transitan los rebaños que desde Roncal bajan a las Bardenas.
Por otra parte, las dovelas de sus arcos han contemplado durante siglos transitar por las aguas del río las almadías, en un modo tradicional de transporte totalmente sostenible, que diríamos hoy.
En cuanto a la historia, entretejida con brumas de leyenda, nos cuenta que en este paraje se libró en el siglo VIII la batalla de Olast, en que los guerreros roncaleses vencieron a un ejército árabe, a cuyo caudillo abatido una mujer roncalesa cortó la cabeza, hecho que se recuerda en el escudo del Valle y de sus pueblos.
La gran avenida de agosto de 1787 arruinó el puente, aunque fue rápidamente reconstruido por la imperiosa necesidad de su uso.
De nuevo, esta vez por la mano del hombre, fue cortado durante la primera guerra carlista, recuperándose posteriormente su funcionalidad mediante plataformas de madera que salvaban los arcos rotos. Finalmente, un incendio ocurrido en los años 30 del pasado siglo las destruyó, lo que, unido a la construcción aguas arriba del puente actual en la carretera Yesa – Javier, condenó al olvido y a la ruina al histórico Puente de los Roncaleses.
No es de extrañar que después de tantos avatares y más de 80 años de abandono, la situación actual del puente sea de completa ruina. Solo quedan en pie tres de los siete arcos de que constaba, más las pilas y arranques del resto, que presentan además graves y variadas patologías que no puedo detallar en este artículo. Limitándome al arco más próximo a la margen derecha, el único accesible a pie enjuto, la impresión que da es que cualquier tormenta extraordinaria, pequeño movimiento sísmico, caída de alguna dovela, etc. podrían provocar su desplome.
En estas circunstancias, el futuro del puente está ligado al Plan de Restitución Territorial (PRT) del recrecimiento del embalse de Yesa, en el que está incluida su restauración. Haciendo un poco de historia, en junio de 1999 se anunció el concurso de obra para su realización. En el proyecto estaba contemplado el citado Plan, con una importante asignación económica, justificado en base al artículo 130.4 de la Ley de Aguas.
Con la finalidad de asesorar al Ayuntamiento de Yesa ante las extraordinarias circunstancias que se le presentaban, en julio de ese mismo año redacté y entregué al entonces alcalde - absolutamente pro bono - un estudio sobre la incidencia de las obras sobre la población de Yesa, proponiendo posibles medidas a adoptar y compensaciones a solicitar, estudio que, días más tarde, presentó el alcalde al presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro, en reunión a la que asistí a petición de aquél.
Entre las propuestas se encontraba la restauración del puente que nos ocupa y de su entorno, así como la habilitación de un paseo fluvial que, desde las proximidades de la presa podría llegar hasta Javier y Sangüesa. Es de justicia comentar que, a lo largo de los últimos años, se han ejecutado obras con cargo al PRT, pero no le ha llegado el turno a la citada restauración. Hasta donde yo conozco, existe un proyecto aprobado, consistente básicamente, con buen criterio, en repristinar y consolidar lo que queda en pie y recuperar la funcionalidad del puente mediante la instalación de pasarelas de acero cortén que salven los vanos derruidos. El correspondiente informe de viabilidad fue aprobado por la Secretaría de Estado de Medio Rural y Agua en diciembre de 2011, estableciendo que su ejecución era preciso “realizar a corto plazo”.
Pese a ello, a día de hoy no se ha iniciado ninguna actuación, mientras el puente sigue deteriorándose.
Desearía que estas humildes líneas sirvieran como aldabonazo para que los responsables de las Administraciones implicadas - Confederación Hidrográfica del Ebro, Gobierno de Navarra y Ayuntamiento de Yesa – abordasen de una vez por todas las actuaciones precisas para proceder sin dilación a la restauración del histórico y casi milenario puente de los Roncaleses, antes de que su ruina sea irreversible.


MIRADAS A LA HISTORIA 
El autor repasa la historia del puente de los Roncaleses, necesario para la trashumancia, que fue destruido en 1823, en el marco de la Primera Guerra Carlista
Germán Ulzurrun

El puente de los Roncaleses en Yesa, ruina cargada de historia (DN 28.10.16)
Escribe Jesús María Arlabán (Diario de Navarra, 25 de octubre, pág. 16) un artículo de opinión muy interesante y bien documentado por título ‘El olvidado -casipuente de los Roncaleses’, que en su síntesis histórica ofrece una pequeña laguna que conviene rellenar, la de su inutilización durante la Guerra Realista o de la Constitución (1821-23) a cargo de las tropas liberales por orden del gobierno, y que debió efectuarse en las últimas semanas de 1822 en un intento de acorralar en los valles de Salazar y Roncal a los voluntarios realistas, partidarios de Fernando VII como rey absoluto.
Veamos los antecedentes. El uno de enero de 1820 el entonces teniente coronel asturiano Rafael de Riego se había negado en Las Cabezas de San Juan (Sevilla) a acatar la orden de embarcar en Cádiz a sus soldados abordo de unos barcos vendidos por el zar de Rusia a España, que tenían las maderas podridas y con los que se pretendía transportar tropas rumbo a Venezuela para sofocar el levantamiento del insurgente Simón Bolívar. El embajador ruso Tastichef y el general absolutista Francisco Javier Eguía habían cerrado entre ambos un negocio tan lucrativo para sus bolsillos como nefasto para la seguridad de los soldados. Riego, a diferencia de Miguel López Baños y Antonio Quiroga -quienes también estaban en la pomada-, dio por su cuenta un cariz político al pronunciamiento al proclamar como vigente la Constitución de Cádiz de 1812, abolida por Fernando VII en abril de 1814 con el apoyo de las bayonetas del general navarro Francisco Javier de Elío y Olóndriz. La guarnición de Pamplona apoyó la vigencia constitucional el 11 de marzo de 1820 y desde aquel momento comenzó a fraguarse una conjura a cargo de un grupo amplio de clérigos y varios notables navarros partidarios del rey absoluto, que terminó en una cruenta guerra civil. Los realistas constituyeron a partir de diciembre de 1821 dos partidas armadas contra el gobierno constitucional, comandadas por el teniente coronel Santos Ladrón de Cegama, natural y vecino de Lumbier, y del capitán Juan Villanueva, más conocido como Juanito el de la Rochapea, ambos absolutistas acérrimos a quienes más adelante se uniría el también navarro Juan Bautista Guergué.
La noticia de derribo del puente de Yesa, además de la de todos los que salvaban el cauce del río Irati, la aporta el sacerdote Andrés Martín Arriaga, por entonces párroco de Uztárroz, autor de la Historia de la guerra de la División Real de Navarra contra el intruso sistema, llamado constitucional, y su gobierno revolucionario. El texto de Andrés Martín, un sacerdote de armas tomar que ejerció de maestro de confesores, espía, contrabandista de armas, prisionero de los napoleónicos, periodista y cronista de guerra, fue publicado en Pamplona por la imprenta de Javier Gadea en 1825, y a día de hoy puede descargarse íntegramente en el ordenador doméstico con formato pdf desde la Biblioteca Navarra Digital (Binadi), donde también está digitalizada la obra manuscrita.
El dato, localizable en la página 184 de la edición de Gadea, explica los apuros sufridos en aquellas fechas por el ya por entonces coronel Ladrón de Cegama, quien años después sería el primero en pronunciarse en Tricio (La Rioja) en favor de Carlos María Isidro a título de rey tras la muerte de su hermano Fernando VII, en detrimento de los derechos dinásticos de Isabel II. Fue el fundador del carlismo.
El 28 de diciembre de 1822 Ladrón de Cegama marchaba con su tropa desde Ujué para dirigirse por Gallipienzo, Aibar y Lumbier a Liédena. Tras un pequeño descanso reemprendió la caminata por Castillonuevo, Salvatierra de Esca, Burgui y Vidángoz camino de Navascués. “Noticioso por entonces —escribe el párroco de Uztárroz— de que el enemigo por un plan combinado de su gobierno, derribó todos los puentes del río Irati, incluso el de Yesa, por donde pasa el Aragón, con el objeto de aislar a todos sus contrarios en las montañas de Roncal y Salazar, y de atacarlos con fuerzas superiores en el pequeño recinto de este país fragoso y casi inaccesible por la intemperie de los elementos, y a la abundancia de nieve, de que estaba cubierto a la sazón, quiso sacar sus tropas de un círculo tan estrecho y peligroso”, de modo que Santos Ladrón optó por intentar trabar batalla contra los constitucionales en Lumbier y ordenó al coronel Marcos Núñez Abreu que se desplazara para apoyarle desde Ochagavía, lo que estuvo a punto de convertirse en un desastre por las incidencias meteorológicas en la sierra de Santa Bárbara. Ocurrió entre los días 2 y 3 de enero de 1823.
Al no poder enfrentar una fuerza suficiente Ladrón de Cegana decidió retirarse de vuelta a Ujué, localidad en la que los realistas contaban con apoyos sólidos. ¿Cómo cruzó el río Aragón con parte del puente derribado? Lo vuelve a aclarar Andrés Martín, quien señala que lo efectuó entre Yesa y Javier “por medio de una escalera de palos que llevaba consigo para el intento” que debió salvar el tramo destruido del puente. Para cubrir tránsito tan lento como delicado necesitó del apoyo de todo un batallón de soldados realistas en la margen derecha del Aragón.
La pregunta consiguiente que se puede plantear es, camino de la trashumancia a las Bardenas, ¿cómo se las ingeniaron los pastores roncaleses para cruzar con sus rebaños desde septiembre de 1823 con el puente sin reconstruir? La utilidad informática Archidoc, herramienta de indexación de documentos en el Archivo General de Navarra, no me ha a aportado pistas. Tal vez entre los legajos antiguos que guarda la Junta General del Valle del Roncal pudiera hallarse alguno que explique cómo y cualdo se reparó el puente, posiblemente con unos tablones de pino provisionales, para que las preciadas ovejas no se ahogasen en el río.
Lleva razón el ingeniero Jesús María Arlabán. Es muy triste que una Navarra que saca pecho y presume de su alto nivel cultural, tradiciones e historia propia, consienta que un monumento único cargado de tan gran simbolismo quede por completo a merced de la ruina. El puente de los Roncaleses de Yesa.

A la atención de Uxue Barcos: placa ofensiva (3)


Señora Presidente del Gobierno de Navarra:
Estoy convencido de que Vd. sabe que la lengua española y la vasca son lenguas propias de Navarra, y que los navarros todos estamos muy orgullosos de ambas.
Como puede verse en la foto de arriba, desde el año 1985 -en que "el pueblo de Ansoáin" colocó la placa en la calle Arturo Campión, 10-, se está insultando gravísimamente a todo aquel que, siendo navarro, utilice otro idioma que no sea el vascuence. Curiosamente -además de al 99´99% de los navarros- el insulto incluye también al admirado Arturo Campión -que da nombre a un euskaltegi de esta ciudad-, cuyo escrito, aunque con algunas faltas, está hecho en la lengua "de la servidumbre".
Creo que esa placa no ayuda en absoluto a la pretensión de su Gobierno de "sensibilizar y crear una imagen positiva hacia el euskera".
Hace una semana el Gobierno actual en Navarra -que usted preside- ha dado a conocer un Plan Estratégico, tendente a impulsar el euskera, que va a marcar su política lingüística el resto de legislatura, con el objetivo de fomentar su aprendizaje y uso en todos los ámbitos.
En ese plan se decía que éstas eran algunas de las medidas que marcarán la política lingüística del Gobierno, a falta de que se complete con aportaciones ciudadanas:
Futuro en euskera: El Gobierno pretende que el futuro de Navarra sea en euskera (tanto en Tudela como en Lesaka). Para ello -además de invertir todo el dinero que haga falta- va a potenciar: 
1. Imagen y prestigio del euskera. Se realizarán actividades para sensibilizar a la sociedad, se promoverán eventos que contribuyan a su percepción positiva.
2. Población que siente esa lengua “ajena a su realidad”. Se les acercará “de manera natural” el euskera con campañas de sensibilización....

Así pues, haciendo uso de ese "a falta de que se complete con aportaciones ciudadanas", ruego a su Gobierno en Navarra que -para hacer un poco más creíble su campaña de sensibilización y contribuir a una percepción positiva hacia el euskera- retire esa placa ofensiva de las calles de Ansoáin.
Esa es mi contribución ciudadana para completar su política lingüística.
Es gracia que espero obtener de Vd. cuya vida (fuera, eso sí, del Gobierno de Navarra) guarde Dios muchos años.

Nota: seguramente me dirá que lo de retirar la placa es competencia del Ayuntamiento de Ansoáin. Le parecerá increíble -a Vd. que es tan sensible para estos temas-, pero ya hace ahora 7 años denuncié esta vergonzosa placa, y en 2010 presenté una instancia en el Ayuntamiento de Ansoáin, cuya respuesta aún no me ha llegado. 
No me dirigiría a Vd si no tuviera el convencimiento de que tiene muy en cuenta la sensibilidad mayoritaria en Ansoáin y en toda Navarra.

Me acaba de llegar otra aportación ciudadana, en este caso, de Juan José Martinena:

Alucinante. Estos 'personajes' ¿habrán oído algo en su vida de qué era el romance navarro? porque de acuerdo con ese texto inverosímil, por citar solo un par de ejemplos, tendríamos que tirar a un estercolero el Fuero General de Navarra. O las actas de las Cortes de este antiguo Reino. Desde luego, si ese es el camino para que la gente empiece a amar el euskera, creo sinceramente que por ahí no vamos bien. 

domingo, 30 de octubre de 2016

Clase de arqueología en Ujué (DN)

El arqueólogo Carlos Zuza toma notas durante el primer análisis, in situ, del hallazgo en la plaza Mayor de Ujué. El enterramiento estaba como a medio metro. En la imagen se puede apreciar el esqueleto tras haber levantado la piedra que cubría la cista
Le pusieron Lucy porque, cuando D. Johanson encontró el esqueleto de aquella hembra afarensis, sonaba la canción de los Beatles  "Lucy in the Sky with Diamonds". No sé qué musica estaría escuchando "Indy" Carlos Zuza, cuando destapó la cubierta de la cista y apareció el primer ujuetarro, pero a todos los niños de Ujué les tuvo que sonar a música celestial ver cómo Carlos iba extrayendo cada hueso y explicándoles características y dolencias que había tenido su antepasado. Señores y señoras del Gabinete Trama: enhorabuena por difundir el patrimonio arqueológico haciendo cantera.

Un hallazgo que suma historia a Ujué
El estudio preliminar de los restos y la tumba hallados en la plaza Mayor de Ujué apunta a la época tardo antigua, entre los siglos IV y V
Texto Sheyla Muñoz, Tafalla. Fotos Alberto Galdona
He subido a Facebook una secuencia de imágenes de las de crear afición
El hallazgo se produjo la pasada semana en la plaza Mayor de Ujué, durante el transcurso de las obras de renovación de redes y pavimentación. No obstante, no supondrá una paralización de los trabajos que se prolongarán hasta el mes de marzo
El teléfono de Carlos Zuza Astiz, arqueólogo del Gabinete Trama, sonó a última hora de la tarde del jueves 20 de octubre. Le llamaban desde Ujué. Allí, en la plaza Mayor de la localidad, en el centro del pueblo, los empleados de la empresa encargada de acometer las obras de renovación de redes y pavimento habían encontrado algo. “Me dijeron que parecía una canaleta. Lo que habían visto era la cubierta de un enterramiento en cista”, rememora. Así, el viernes a primera hora de la mañana Carlos Zuza ya estaba en Ujué con el mono de trabajo. Comenzó a examinar el hallazgo hasta que dio con una tumba que estaba intacta.
Esta imagen vale oro. Carlos Zuza mostrando a los chavales la cabeza de un fémur. 
Así se hace cantera! Enhorabuena! Gracias, Carlos
Empezaba así un minucioso proceso que se prolongará en el tiempo y que ya el mismo viernes permitió avanzar el buen estado en que se encontraba la cista – tumba-. Al ser víspera de fin de semana, los trabajos no prosiguieron hasta el pasado lunes, cuando las tareas de limpieza sacaron a la luz los restos óseos de un esqueleto que también estaba muy bien conservado.
La limpieza se prolongó a lo largo del lunes y el martes, atrayendo hasta la plaza de Ujué a numerosos vecinos intrigados por el hallazgo. “Vinieron incluso los niños de la escuela, que me hicieron una pequeña entrevista. Fue muy interesante”, asegura Zuza.

Allí, en la misma plaza, comenzó el proceso de estudio que en el lugar del hallazgo se concreta en la recopilación de datos que arrojan las propias circunstancias del enterramiento y que se completa con un registro gráfico a base de fotografías y planos que recogen la posición de los brazos, la cabeza, las piernas, la orientación, etc. “En este caso nos encontrábamos ante un enterramiento cristiano clásico, de este a oeste. Con la cabeza hacia el oeste para mirar al sol”, explica el arqueólogo. Concluida esta primera fase, llegó el momento de recoger los huesos, una tarea que requiere de un “cuidado especial”, y empaquetarlos para llevarlos al estudio.
Con riguroso cuidado, Mª Paz De Miguel Ibáñez, colaboradora de la Universidad de Alicante pero natural de Pamplona, colocaba ayer por la mañana sobre una mesa del estudio de Trama en Mutilva, uno a uno, los restos óseos hallados en Ujué. De Miguel, junto con el resto de personal de Trama, Mercedes Unzu Urmeneta, Nicolás Zuazúa Wegener y María García-Barberena Unzu, dedicarán los próximos días a examinar en profundidad los huesos hallados. No obstante, tras un análisis preliminar, ayer apuntaron algunos datos de especial relevancia como el hecho de que la tumba hallada pertenece a la época tardo antigua, por lo que estaría datada entre los siglos IV-V. “Hablamos de un análisis preliminar por lo que no es algo concreto y exacto”, insistieron.

Un varón robusto
No obstante, del esqueleto que reposaba sobre la mesa, se sabe ya que perteneció a un varón, que no era demasiado alto, podía medir entorno a 1,60 metros; y macizo, de complexión robusta. “Está muy bien conservado para lo que podía haber salido por las fechas de las que hablamos porque era un individuo robusto. En ocasiones, los niños suelen salir más alterados como sucede con personas de edad más avanzada. Esta persona era adulta, con una edad que rondará entre los 30 y los 45 años”, explicaba De Miguel.
A primera vista, según añadía, los huesos facilitaban otras informaciones relevantes a la par que curiosas como el hecho de que se apreciase que tuvo una caries en una muela inferior izquierda, un hecho éste que, en opinión de la experta, provocó también una mayor acumulación de sarro en la parte derecha de su dentadura. En cuanto al resto del esqueleto, De Miguel se refirió a una lesión en la cabeza del fémur, que le provocaría artrosis, y también constató una gran diferencia entre la robustez de las costillas del lado derecho y del izquierdo. “Esto a veces está relacionado con alguna patología o un desarrollo metabólico diferente”, añadía.

A las conclusiones de este primer análisis preliminar, que continuará en profundidad los próximos días, los expertos añaden la información obtenida de una hebilla que apareció junto al cuerpo, previsiblemente de un cinturón o algo que se le asemejase. “Esta hebilla tiene unas características que nos pueden dar algunas pistas para intentar ubicarlo mejor”, apuntaba Carlos Zuza. Todos estos asuntos y conclusiones quedarán reflejados en una memoria que Trama hará llegar con posterioridad a Príncipe de Viana. Además, existen otras pruebas que contribuirían a conocer con mayor exactitud la datación del hallazgo, una de ellas es la calibración por radiocarbono, pero para las cuales son necesarios unos recursos económicos que Trama quiere buscar. “Estamos ante un hallazgo singular que puede aportar mucha información. A ver si conseguimos los recursos que nos permitan seguir trabajando en él”, indicó Mercedes Unzu. Y es que los arqueólogos no dudan: “Es muy fácil que haya más enterramientos por el entorno, casi seguro, pero estarán mucho más dispersos”.
.La sepultura y la cubierta. Estas dos fotos son de Sara Berrade
 Una tumba muy bien construida
Igual de relevante que la información que se desprenda del estudio de los restos óseos lo será la que arroje el correspondiente a las piedras con que se construyó la cista donde estaba enterrado el cuerpo hallado en Ujué. “Hablamos de una estructura muy bien construida en la que se utilizaron piedras de algún edificio en ruinas que nos lleva a hablar de edificios más antiguos a la hebilla encontrada y que podría pertenecer como ya hemos dicho de forma preliminar a la época tardo antigua, siglo IV o V”, indicaba Carlos Zuza. La información que esconden dichas piedras será de gran valor para Ujué pues permitirá estudiar qué tipo de edificios había en época romana. “La importancia radica en que de aquella época en Ujué no se conserva nada más allá de unas aras que aparecieron en la iglesia y unos cuantos materiales. Este hallazgo ha permitido tener algo, aunque sea poco, de la arquitectura. Los estudiaremos y trataremos de indagar. Seguro que obtenemos información interesante”, sentenció Zuza.

Lo dicho: no os perdáis las imágenes, algunas comentadas, que he subido a Facebook

sábado, 29 de octubre de 2016

Mario Zunzarren: "Brindo por los que no pueden estar"


Me he dado cuenta de que en mi blog no hay ningún escrito firmado por Mario Zunzarren. Sinceramente, pensaba que sí, porque suelo hacer entradas con artículos de DN que me parecen interesantes, y me ha extrañado no haber publicado ninguno de Mario. Más vale que en mi hemeroteca particular tenía guardados algunos y ello me va a permitir subsanar - aunque demasiado tarde- mi lamentable descuido.
Nos conocimos personalmente en los últimos meses anteriores a su muerte. Él empezó a venir por el bar que yo frecuentaba y me acerqué a saludarle. Le dije que me encantaban los artículos que escribía en DN, y él me halagó respondiéndome que seguía las publicaciones de mi blog. A partir de entonces, le seguí más de cerca y me fui enterando de otras facetas de su vida: que era poeta, comisario de la Policía Foral... todas ellas, para mí, sorprendentes.
La última sorpresa me la dio en vísperas de San Fermín, cuando falleció en un accidente de moto en el anillo de Cizur.
Lamento profundamente que se nos haya ido una persona que en su trato, en su trabajo y en sus escritos nos enriquecía a todos. Este blog brinda también por él con uno de los últimos ártículos que envió al periódico:


Brindo por los que no pueden estar
El Ayuntamiento de Pamplona da cobertura a los actos políticos propios de la izquierda abertzale, camuflados en la web municipal 

Ayer (09.06.16) una noticia abrió las puertas de mi curiosidad. Decido indagar. Como siempre, me doy un paseo por las fuentes de la noticia, aquellas de las que uno puede beber la información en su estado inicial de pureza. En este caso, deambulo tranquilamente, sin agobios, por la página web del Muy Ilustre Ayuntamiento de Pamplona. Y efectivamente, se puede encontrar con facilidad la programación del acto a celebrar el día 10 de junio, a las 20,15 horas, en la Rochapea; que no es otro, y cito textual que: “Brindis en la plaza Xalbador por los que no pueden estar”. 
Bien es cierto que el Ayuntamiento no organiza las fiestas del entrañable barrio pamplonés, pero es igual de cierto que en su página oficial lo anuncia y por tanto, lo proclama, y de alguna manera, lo ampara, lo protege y lo cobija; en definitiva: lo hace suyo.

(Huarte, 2007)
Ante todo esto y una vez hechas las obligadas comprobaciones, tan solo me queda felicitar por esta iniciativa tanto a los gestores, la 'Coordinadora Cultural de la Rotxapea', como al consistorio pamplonés, por prestar su tiempo, sus desvelos y sus recursos técnicos y humanos en favor de las fiestas populares; especialmente a los primeros por acordarse, en los momentos festivos, de aquellos que no los pueden disfrutar porque, desgraciadamente, no pueden estar. Ya era hora de que alguien se acordara de los ausentes. Ya era hora de que aterrizara un gobierno municipal que diera voz y figura a los invisibles. 
Yo también me sumo y brindo por ellos: por ...

Begoña Urroz  
Alfredo Aguirre Belascoáin  
Francisco Miguel Sánchez  
Joaquín Imaz  
Juan Atarés Peña  
María Cruz Yoldi Orradre  
Gregorio Hernández Corchete  
Jesús Ulayar  
Tomás Caballero  
José Javier Múgica  
Jesús Alcocer Jiménez  
Juan José Visiedo  
Tomás Palacín  
Francisco Puig Mestre  
Francisco Ruiz Fernández  
Ángel Postigo Megía  
Fidel Lázaro Aparicio  
Antonio Conejo Jelguero  
José Antonio Ferri 
Antonio Fernández  
Bonifacio Martín  
Julián Embid  
Vicente Luis Garcera  
Juan Gangoso Otero  
Juan García González  
Luis Ollo  
Francisco Berlanga Robles  
Eduardo López Moreno  
Juan Carlos Beiro  
Carlos Sanz Biurrun  
José Luis Prieto  
Francisco Casanova  
Diego Torrente Reverte  
Francisco Almagro  
Pedro Fernández Serrano  
Javier Biurrun Monreal  
Sebastián Arroyo  
Alberto Toca  
Jesús Blanco Cereceda  
Diego Salvá Lezáun






















... y algunos otros que me dejaré; que me perdonen por no nombrarlos.
También brindo por aquellas más de ochocientas personas, no tan directamente vinculadas a Navarra, pero que quizás hubieran querido visitarnos en estas fechas y que tampoco pueden estar. Es una verdadera pena que estas personas no puedan disfrutar en las fiestas de la “Rotxa” y creo que lo más digno y noble es acordarse de ellas. 
Levanto mi copa en su honor y brindo por los que no pueden estar.
Mario Zunzarren Angós es escritor
Nota:
Os señalo la ubicación de José Rodríguez Medel (1), Alfredo Aguirre (2) y Tomás Caballero (3), por si estos días queréis hacerles una visitica (pincha para ver mejor): 

jueves, 27 de octubre de 2016

Rodríguez Medel, guardia civil, el 1º de la lista

En el recuadro rojo encontraréis la tumba del guardia civil Rodríguez Medel (pincha)

En este blog hemos dicho unas cuantas veces que la Guardia Civil -especialmente desde los últimos años del franquismo y sin duda por las campañas de ETA- ha sido la institución que ha recibido los mayores ataques por parte del independentismo vasco y la incomprensión desde bastantes sectores de la izquierda.
Hoy, centrándome en la figura de José Rodríguez Medel, voy a destacar, siquiera brevemente, el papel fundamental que ha jugado la Guardia Civil tanto en la defensa de la II República contra la rebelión de Franco y Mola, como en la llegada de la Democracia frente a ETA, que fracasó en su intento de dinamitarla.

Defensa de la legalidad repúblicana
"Del total de veintiún oficiales generales de mayor graduación, diecisiete permanecieron fieles al Gobierno de la República y tan sólo cuatro se sumaron al alzamiento. Los seis generales de la Guardia Civil se mantuvieron fieles al Gobierno, como así el comandante en jefe de la aviación. Del total de 59 generales de brigada, 42 se mantuvieron fíeles a la República y 17 se sublevaron contra ella. Franco tenía en su contra a la mitad del Ejército. Hizo fusilar a los dieciséis generales que no pudieron abandonar a tiempo el territorio." 

18 de julio; ochenta años contra la República

Veamos el papel de Rodríguez Medel, el primer asesinado en Navarra por defender la legalidad:

Defensa de la Democracia en la Monarquía
Piensan algunos que ETA ha luchado contra Franco. ETA comenzó a asesinar, efectivamente, en tiempos de Franco, pero fue en la Transición española cuando se produjo un salto cualitativo. El enemigo de ETA ha sido siempre España, no la Dictadura. Y una España en democracia y con Autonomías, era el obstáculo más fuerte para sus aspiraciones independentistas.
Si alguien lo duda...
Pincha para verlo superclaro
Y en esa lucha contra el terrorismo quien ha enterrado más compañeros (243) ha sido la Guardia Civil.
Se entiende ahora el empeño de ETA y de sus cachorros actuales del "Ospa Hemendik" por que se vayan.

Una visita al guardia José Rodríguez Medel
Aprovechando que se acerca el Día de Todos los Santos (eso dice, todavía al menos, el calendario del Ayuntamiento de Pamplona) me ha parecido que no estaría nada mal -de paso que visitamos a nuestros familiares- acercarnos a la tumba donde está enterrado el primer asesinado en Navarra en el Golpe de Estado del 18 de Julio del 36, el Comandante de la Guardia Civil José Rodríguez Medel.
Por cierto, quisieron enterrarlo en una fosa común, pero aceptaron el ofrecimiento de una familia con la condición de que no figurara leyenda alguna. Hacia el 2008-2009 alguien colocó la placa que encabeza el primer vídeo (a mi juicio, muy correcta), pero en mayo de 2009 Ahaztuak la sustituyó por otra bastante más farragosa, como veréis.
Es muy fácil encontrar la tumba: entrando por la Puerta Principal, giramos a la izquierda, siguiendo la Calle San Andrés. Al llegar al final, no hay más remedio que coger, a la derecha, la Calle San Pablo y, tras pasar el cuadro 9, el 2º panteón del siguiente cuadro (el 11), señalado con la flecha roja, como veis abajo.

miércoles, 26 de octubre de 2016

Germán Ulzurrun: La violencia justificable


El hecho de que Germán Ulzurrun utilice un humor sin acidez y unas expresiones tan suyas, tan nuestras, le dan a su crítica todavía más mordiente. Aire fresco y sano para una sociedad enferma, cuando Germán se asoma a La Ventana.

Germán Ulzurrun: La violencia justificable

Germán Ulzurrun La Ventana. DN
Cuando el nacionalismo vasco afronta hechos violentos, de los suyos, se queda en bragas enjutas por vestimenta argumental.
La paliza a cuatro personas en Alsasua -salvo que los guardias civiles no tengan tal condición y sean como judíos para los nazis-, evidencia falta de fe profunda en la democracia, que consiste en convivir pacíficamente con los que no son de tu cuerda.
De Bildu no cabía esperar la menor condena porque desayunan animadversión y almuerzan fobia. Los kaleborrokeros lo tienen claro: es un montaje policial en el que el teniente se jibó el tobillo esquiando, y además se había dedicado a provocar, porque para ellos vestir uniforme en el ejercicio profesional es un insulto insufrible.
El alcalde, Javier Ollo (Geroa Bai) traspasa las culpas a los medios informativos porque no reflejan la realidad del pueblo. Habrá que eludir el incidente y contar que por la villa pasa el tren y que los chimbos (2.2) alegran con sus trinos las riberas del Alzania.
Para Daniel Innerarity, filósofo, los soplamocos no le llevan a reflexión pública alguna, porque su pensamiento profundo ha debido de esconder la reprobación en caverna oculta por la sierra de Andía.
A la portavoz del Gobierno foral, María Solana, no le he oído decir ni anjo (ni mu); le causó en su día tanta risa el tartazo a Barcina que con esta ración generosa de tortas, aunque no sean de txantxigorri, lo coherente sería que le provocasen un alegrón.
Gracias, Consuelo
Beaumont, consejera de Interior, va a lo de siempre, que es investigar; si el incendio por Tafalla requirió los servicios de Mortadelo y Filemón para saber por qué las llamas se desmandaron, esta vez pretende que Anacleto, agente secreto, desvele los entresijos.

Y con Uxue Barcos, que va de hada Campanilla, el asunto está condenado con contundencia sin dedicarle un minuto. Aunque, últimamente, no alardea de ser presidente de todos los navarros dado que muchos no caben en su agenda: guardias civiles, policías de cualquier uniformidad, militares, funcionarios de Justicia -de los que esperan que les abonen la extra de una puñetera vez-, y toda suerte de maketos que consideran que en su actuación hay mucho postureo, sectarismo y escasa preocupación por el interés general. 

martes, 25 de octubre de 2016

Los fascistas cazan en la universidad


Universidad Autónoma de Madrid. Aula Magna "Tomás y Valiente". Como en 1993, otra vez los fascistas han impedido a Felipe González dar una conferencia en la misma Universidad. Esta vez, tapándose la cara con capuchas, carteles, pancartas. Para más inri, con una compañía indeseable para cualquier joven universitario con dos dedos de frente: los que defienden a quienes, allí mismo, asesinaron a Tomás y Valiente.
Cuando he visto que le achacaban a Felipe lo de la "cal viva", me he acordado de Juan Mari Jáuregui, con quien compartí militancia en el Partido Comunista en los 70. 
Juan Mari, vasco de pura cepa, Gobernador Civil de Guipúzcoa mientras Felipe era Presidente, se preocupó del esclarecimiento de los más condenables episodios de la guerra sucia (Lasa y Zabala...). ETA le pagó el favor de haberse enfrentado a Galindo como solía hacerlo: con dos tiros en la cabeza. 


¿Universitarios? Ingenuos como parvulitos
Los fascistas cazan en la universidad
Esther Esteban
Estudié periodismo en la Universidad Complutense y Psicología en Autónoma de Madrid en los primeros años de la Transición, cuando el país todavía tenía el miedo metido en el cuerpo, tras la muerte del dictador. En las asambleas de estudiantes, que entonces eran multitudinarias, había de todo: comunistas, troskistas, maoístas, socialistas, democristianos, liberales y representantes de un amplio abanico de ideologías, que teníamos como denominador común el ansia de democracia y libertad.
Lo único que temíamos -además de las cargas policiales de los “grises”, que eran muy habituales entonces- era que aparecieran los franquistas, jóvenes fascistas que entonces mayoritariamente militaban en un movimiento denominado “guerrilleros de Cristo Rey”, y solían venir de vez en cuando “a la caza” de los demócratas. Venían con su correaje para la ocasión, la cara tapada, armados con cadenas a boicotear los actos políticos y las asambleas. Les llamábamos fascistas y poníamos las manos arriba en señal de no violencia, apelando al valor de la palabra, a la fuerza de la razón y repudiando la razón de la fuerza. Imponían su voluntad como matones, nos apaleaban y solían impedir a los conferenciantes -políticos de izquierdas en su mayoría- que hablaran. Boicoteaban los actos pensando que el miedo nos paralizaría, cuando exactamente provocaban el efecto contrario y su violencia nos reafirmaba nuestras convicciones de demócratas.
Entendimos la Transición no como un borrón y cuenta nueva de todo lo que había pasado en este país, sino como una forma de mirar hacia adelante y poder conformar una sociedad que se empapara de la democracia y la libertad que nos había sido arrebatada por la dictadura. Luchábamos contra la injusticia con vehemencia, nunca con violencia, pensando que el terreno que perdiéramos en términos de libertades, nos sería arrebatado para siempre y tardaríamos años en poder conseguirlo.
¡No me extraña que no deis la cara!
Pensé que esas imágenes de persecución ideológica en el templo de la sabiduría, el respeto al diferente y la tolerancia, no se volverían a repetir en una universidad española ya con una democracia consolidada, pero me equivoqué. El otro día me dio la sensación de estar en una especie de túnel del tiempo cuando vi a los de la “cara tapada” impedir que Felipe González participara en una charla coloquio en la Universidad Autónoma. No tengo razones ni pruebas para pensar que es el partido de Pablo Iglesias quien se mueve entre bambalinas de estos escraches. Lo que sí lamento es que esos dirigentes de la formación morada, muchos de ellos profesores universitarios, sean tan remolones a la hora de salir ante la opinión pública repudiando que estos atentados contra la libertad de expresión y la democracia se produzcan en las aulas. Eso unido a que Podemos ha decidido endurecer su discurso y volver a la presión de la calle ha sido suficiente para que algunos vieran su sombra tras el acto vandálico. Pablo Iglesias dijo después que no compartía esa forma de protesta pero añadió que “es saludable que los estudiantes tengan la suficiente memoria como para protestar y decir que no es bonito que en un centro universitario intervenga quien saca pecho por el terrorismo de Estado”. Le faltó insistir también en que esa memoria de los estudiantes sirva para recordar a los que lucharon por la libertad y contra el fascismo y uno de ellos fue precisamente Felipe González. ¡Maldita desmemoria!
Esther Esteban es comentarista política 

lunes, 24 de octubre de 2016

Óscar, el joven teniente agredido en Alsasua

 Óscar, sentado, y Álvaro, de pie, con
S. Abascal y Ortega Lara, el jueves en el cuartel 
Estoy convencido de que hay imágenes de la agresión que sufrieron los dos guardias y sus novias.
Si esas imágenes no han salido a la luz es porque no les convienen a los que hablan de trifulca, pelea de bar, montaje policial...Y si nadie se ha atrevido a hacerlas públicas, es porque impera la "ley del silencio", al más puro estilo de la mafia.
Este blog se ofrece a publicar -garantizando el anonimato- las imágenes o cualquier información sobre lo que ocurrió aquella noche. Mi correo: patximendiburu@gmail.com.
A la espera de esa información, hoy ofrecemos un reportaje muy completo: la crónica que ha publicado El Mundo sobre Óscar, el joven teniente agredido en Alsasua 
La historia del joven osado que siempre quiso ser guardia civil
'Óscar sin miedo': el joven teniente apaleado en Alsasua
Cuando llegó a Navarra se empeñó en abrir el cuartel al pueblo: se ofreció a acudir al colegio a explicar su labor a los niños
Rescató a un ex preso de ETA y sus allegados cuando se vieron atrapados por una nevada
Cinco años después del adiós de ETA, el teniente Óscar creyó que podía tomar una copa con su novia el Día de la Cerveza. Se equivocó.
·         LEYRE IGLESIAS
·         @leyre_iglesias
23/10/2016 08:58
Había caído una gran nevada sobre Beruete, al norte de Navarra, cuando sonó la llamada de auxilio. Un grupo de personas que regresaban en autobús de una comida en una cervecería cercana se habían quedado atrapadas. Óscar, teniente de 23 años, era el oficial que se encontraba más cerca aquella noche bajo cero de este 27 de febrero, así que acudió al lugar. Nada más llegar identificó entre ellos a un ex preso de ETA. Lo recibieron con un grito viejo y oscuro en ese valle, "Alde hemendik!" (largo de aquí). Pero las voces se fueron apagando. "Estaban desesperados", relata un subordinado del teniente. Óscar los evacuó y se encargó de que un autobús venido de Pamplona los sacara de allí. Sanos y salvos.
Fue la historia negra entre la nieve, relatada por Óscar a su familia y confirmada por la Guardia Civil, que hizo que el joven teniente llegado de Puçol (Valencia) se hiciera conocido en los cuarteles del norte de Navarra. Aunque hubo más.
Desde su cuartel en Alsasua, donde la presión del nacionalismo radical sigue asfixiando, Óscar quiso derribar, al menos simbólicamente, el muro de seis metros de hormigón que rodea al edificio. Abrirlo, casi cinco años después del "cese definitivo" de ETA, al pueblo que hace casi 40 años vio nacer a Herri Batasuna.
Quizá desafió demasiadas normas no escritas, antes de recibir una paliza esteviernes 14 de octubre en el Día de la Cerveza -noche de copas, víspera de fiestas- junto a su novia, otro sargento y la mujer de éste.
Óscar, dice su padre, soñó con una Alsasua distinta.
Consuelo Ordóñez visita el cuartel
La procesión prohibida
A él, también miembro del Cuerpo, le había dicho hacía ya mucho: "Papá, yo voy a ser guardia civil". Gracias a sus buenas notas -el ayuntamiento de su pueblo, junto a la Sociedad Española de Atención Sociosanitaria, le entregó el Premio Garcés Durá por su excelente expediente académico-, Óscar pudo acceder directamente a la escala superior de oficiales. Dos años de estudios y disciplina férrea de madrugones y silbato en la Academia General Militar en Zaragoza, otros tres en la de Oficiales de la Guardia Civil en Aranjuez y el grado de Seguridad Pública por la Universidad Carlos III. Su padre cuenta con orgullo que de los 80 jóvenes que entraron con él, sólo 47 acabaron.
El gran momento le llegó el año pasado. A mediados de octubre, Óscar entró cargado de maletas en el cuartel de Alsasua. Su primer destino, forzoso pero ilusionante. El cuartel: pequeñito, con unos 30 agentes, encajado en el monte, a dos kilómetros del centro. Su cama: una individual en el pabellón de solteros. Con un patio para coches y para niños.
"Había estado antes dos meses en el puesto de Massamagrell en Valencia, y lo que aprendió allí fue a salir, relacionarse con la gente, ir a presentarse al alcalde...". Y en su Alsasua soñada pretendió lo mismo.
Acudió a los colegios de la zona ofreciéndose a explicar a los niños los peligros de internet. No quisieron, cuenta el padre. Organizó una jornada de puertas abiertas en el cuartel. Y empezó a salir con una chica del pueblo, María José, una estudiante de 19 años cuyos padres, nacidos en Ecuador, se han integrado bien en Alsasua. La madre sirve cafés y comidas tras la barra del Hogar de Jubilados. El padre, que en las últimas elecciones municipales fue el número dos de la lista de UPN -no salió elegido-, trabaja en "los vagones": la empresa de fabricación de autobuses Sunsundegi, que da de comer a muchos.
Cuando estaba a punto de cumplir un año en el cuartel, Óscar se propuso celebrar la Fiesta de la Virgen del Pilar. No entre el hormigón del cuartel, sino en el pueblo. "Si se hace en toda España, ¿por qué aquí no?", preguntó a sus compañeros.
Incluso envió tarjetas. La Guardia Civil de Alsasua tiene el honor de invitarle... Los problemas empezaron ya de madrugada.
Ese miércoles 12 de octubre el convento de los Capuchinos, donde iba a oficiarse la misa, despertó con la puerta marrón rojizo pintada con mayúsculas amarillas:"Alde hemendik". El propio teniente las borró como pudo esa misma mañana. (Aún hoy se advierten las huellas).
Pero la fiesta se mantuvo. Un coche de la Guardia Civil coronado por la Virgen del Pilar, patrona del Cuerpo, y una bandera de España, encabezó la procesión. Detrás, una veintena de guardia civiles desfilando, de tres en tres. Al fondo, una comitiva de mujeres e hijos de los agentes. Así, caminando bajo el agua a las afueras del pueblo, llegaron hasta el convento. Unas 80 personas, entre agentes, familiares y vecinos, asistieron a la misa. Hasta cantó un pequeño coro. Tras tomar, como marca la tradición, el vino de honor, unos ocho veinteañeros, con la mirada de odio que tuvieron sus padres, se colocaron enfrente. De nuevo, los insultos de siempre.
Su padre: "No se lo perdonaron".

La noche en el bar Koxka
Ese mismo viernes por la noche era víspera de ferias, cuando Alsasua vuelve a sus orígenes más rurales con una antigua feria de ganado. Degustación de carne de potro, queso, setas y vino, exposición micológica, concurso de txistorra, dantzaris. Óscar decidió que esa noche saldría de fiesta con su novia María José y con Álvaro y Pilar, un sargento del cuartel y su mujer llegados apenas 15 días antes de Córdoba.
Hoy el teniente -una fractura de tobillo, la pierna en alto, el labio partido cosido con puntos, más de un mes de baja- quizá se pensaría dos veces la decisión que tomó aquella noche. Los guardias civiles consultados por Crónica coinciden: un agente tiene, con la ley en la mano, todo el derecho del mundo a ir un bar. "Pero yo, personalmente, nunca lo haría en Alsasua", relata un andaluz destinado en la zona. "Aquí hay una máxima: si se creen en mayoría y creen que pueden, o te increpan o van a por ti".
Los hechos, según los informes de la Guardia Civil y de la Policía Foral (a las órdenes de la consejera de Interior del Gobierno de Navarra, de Bildu) y según las declaraciones de las dos mujeres, ocurrieron de la siguiente manera.
A las dos y media de la madrugada, los cuatro entraron en el bar Koxka, en el casco antiguo del pueblo, enfrente de un local de reunión habitual para el entorno abertzale. Los cuatro pasaron allí un par de horas y, al margen de algunas malas miradas, bebieron tranquilamente sus copas. Hasta que un chico vestido de negro se les acercó en actitud desafiante. Se le unieron otros, que empezaron a empujar al grupo. María José les rogó que los dejaran en paz. Óscar también. No estoy de servicio, les dijo. Tenemos derecho a estar aquí. No sirvió de nada. Comenzaron a golpearlos.
-¡Hijos de puta pikoletos! Esto os pasa por venir aquí.
Las cosas que les decían "daban miedo", ha contado Pilar. Les deseaban la muerte mientras les propinaban una paliza. En el bar empezaron "al menos 25 personas", según las víctimas. Los sacaron a la calle, donde se unieron otras 20. Las jóvenes intentaron evitar los golpes a sus parejas, pero sólo lograron recibirlos ellas. "Estábamos con 60 brazos encima, pegándonos, empujándonos, dándonos patadas... Fue horrible", ha relatado María José.
("Sigo esperando el apoyo de las feministas de la zona", clamaría después a través de Twitter).
Con Óscar se cebaron. Lo patearon sin piedad en el suelo.
Nadie los auxilió; los que fueron apareciendo "aplaudían". No todos eran veinteañeros. La chica reconoció a un hombre de unos 30 años que golpeaba a su novio con fuerza. Acudió en su ayuda la Policía Foral no porque un testigo los llamara: lo hicieron las víctimas. Cuando los agentes llegaron, se encontraron a unas 50 personas, puño en alto y actitud agresiva, según uno de los forales que intervino.
A Óscar lo vieron "aturdido", "con la boca ensangrentada, magulladuras en los antebrazos y huellas de zapatos por toda la camisa", según el informe de la Policía Foral. Se lo llevaron al hospital. Pero allí, en el casco viejo de Alsasua, la tensión continuó. También los policías fueron zarandeados e insultados. Como pudieron detuvieron a un chico, Jokin, y lo metieron en un furgón. Pero un segundo joven lo sacó del coche policial. Poco después una llamada identificó a ese segundo chico. Se llamaba Aritz y la policía también lo detuvo. Pese a los intentos de los agentes forales, nadie quiso hablar allí.
El entorno abertzale le ha dado la vuelta a la agresión. Dice que el teniente y el sargento iban borrachos y "provocando". Que aquello no fue más que una trifulca de bar. La diferencia de fuerzas y la motivación política de las patadas empañan esa versión. La investigación judicial está en marcha.
"Lo ocurrido en Alsasua demuestra que, en determinados ambientes, bajo una fachada de normalidad democrática, se ha mantenido latente el caldo de cultivo que nutrió de significado al odio y la violencia: la tergiversación del pasado, la deshumanización de las Fuerzas de Seguridad del Estado...". Habla el historiadorGaizka Fernández Soldevilla, experto en ETA e integrante del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo que ha echado a andar en Vitoria. "ETA no mata, pero los cimientos intelectuales del terrorismo siguen casi intactos".
ETA ya no mata, pero. Un guardia civil de la zona empieza igual. "ETA ya no mata, pero el ambiente es el mismo. Eso no ha cambiado en Alsasua".
"Hay que comprenderlo", dice un ex concejal constitucionalista. "Alsasua es otro mundo".

"Ya saben quién eres"
El pueblo, de poco más de 7.000 habitantes, digiere estos días una exposición mediática que le ha superado. Televisiones grabando, periodistas preguntando.Crónica acude a esta villa situada en el triángulo entre Vitoria, San Sebastián y Pamplona cuando la marabunta se ha marchado, y se encuentra con la encarnación de ese pueblo sin nombre que Fernando Aramburu describe en Patria, su novela total sobre el terrorismo vasco. El infierno del pueblo pequeño donde todos se conocen. El silencio, pesado, sólo se rompe por teléfono. "Prefiero hablar así. Si te han visto por el pueblo ya saben quién eres y no quiero que me vean contigo", le dicen a la periodista, más o menos con las mismas palabras, hasta cinco personas.
"Tú mañana te marchas, pero yo me quedo aquí".
Antes de ser un pueblo de lunas rotas, cajeros quemados, coches bomba y pintadas en las puertas de los concejales y de las mujeres de los guardias civiles, Alsasua era una villa dedicada al ganado. En la primera contienda carlista dio nombre a una batalla, de la que el general Tomás de Zumalacárregui resultó victorioso. En laGuerra Civil, fue ocupada por los golpistas, sobre todo requetés vecinos, también navarros. Ya en la década de los 50 el desarrollo industrial sonrió a Alsasua. Muchos extremeños se establecieron allí huyendo de campos que ya no daban dinero. Y la población se duplicó.
Políticamente, como ocurrió en muchas localidades vascas y navarras, con los años el carlismo derivó en nacionalismo radical. El primer alcalde democrático, en 1979, fue un parlamentario abertzale. Dos años antes ya había nacido en Alsasua el grupo político que más daño haría durante las próximas décadas: Herri Batasuna.
La formó un conglomerado de siglas que querían asegurar su supervivencia en plena Transición y para ello fueron en busca del amparo de ETA Militar, "la única fuente disponible de capital simbólico, popularidad y dinero", según cuentaFernández Soldevilla en Héroes, heterodoxos y traidores. El embrión de HB se llamó Mesa de Alsasua y celebró allí su primera reunión el 24 de octubre de 1977. En la primavera siguiente esta "mesa" se convirtió en coalición electoral. Y prontoETA se hizo con su control. Los más intransigentes le dieron la mano, los pragmáticos fueron defenestrados y la banda convirtió a Herri Batasuna (unidad popular) en una pura "pantalla electoral". El resto de la historia es conocida.
En todos estos años, en el micromundo de Alsasua, la Guardia Civil ha sido objetivo número uno. Guardia civil era el salmantino Sebastián Arroyo González, un agente retirado de 53 años que trabajaba desde hacía 10 en una empresa de fabricación de guantes cuando el 8 de enero de 1980 fue ametrallado en su coche. Su viuda y sus cuatro hijos huyeron a Salamanca. Después llegaría otra treintena de ataques a la Benemérita. En la madrugada de Nochebuena de 1988, ETA colocó un lanzagranadas en la ladera del monte Ameztia. No se conformó con eso y sembró los alrededores del cuartel con bombas trampa. Pudieron morir decenas de niños. Inspeccionando, el cabo primero José Aguilar García perdió la pierna derecha tras pisar una fiambrera con explosivos. Tenía 26 años y el equipaje preparado para irse de vacaciones: se casaba 15 días después.
En los 90 los cócteles molotov contra el cuartel fueron constantes. Además de los insultos por la calle, la negativa a atenderlos en algunos bares, las pintadas. Un agente que llegó por entonces tragó saliva con esta bienvenida: un espantapájaros con tricornio, ahorcado.
En 2010, a un año de que ETA dijera adiós al asesinato, un grupo de jóvenes del pueblo inventó el Ospa Eguna, una jornada anual para decirle a la Guardia Civil "que se vaya", en una mezcla entre protesta, alcohol y actividades para los niños. La estampa: gente muy joven representando una parodia de la monarquía con Juan Carlos I y guardias civiles como dirigentes nazis; bailando alrededor del fuego mientras patean a guardias civiles de cartón, lanzados después a las llamas.

Los detenidos
ETA ya no mata. No. "Pero la gente", reconoce a media voz una ex concejala, "sigue con miedo". Esta semana, ese miedo callado ha vuelto a asomar con fuerza. Un vecino bien informado afirma que "los de siempre" han ido amenazando a quienes estaban esa noche en las cercanías del bar Koxka.
"Si hablas, ya sabes". "Ten cuidado con lo que dices". "Aquí nadie ha visto nada".
Al cierre de esta edición suena el bisbiseo de que habrá nuevas detenciones porque la Policía Foral sólo ha arrestado (y dejado en libertad condicional con cargos por lesiones y atentado a la autoridad) a Jokin y a Aritz, cuando la Guardia Civil tiene identificados a más de 20.
Jokin Unamuno Goikoetxea fuentes policiales lo sitúan como uno de los cabecillas del Ospa Eguna. Unamuno tiene poco más de 20 años y ha estudiado FP de Mecatrónica Industrial. Su familia es conocida. Su tía política, ex alcaldesa conEuskal Herritarrok. Su primo ha dado la cara por él denunciando el "montaje policial". Son herederos de Piensos Unamuno, fundado por su abuelo; una empresa a la que le compran el pienso todos los ganaderos de la zona.
El otro detenido también nació en democracia y también con apellido ilustre: Aritz Urdangarin Cano. Le llaman Garin. Sus padres han tenido dos bares en el pueblo. "Ése no lo ha mamado en casa", asegura un conocido, y su explicación sobre este chico metido en problemas suena como suena Patria: "Aquí, si eres joven, no hay otro ambiente. El gaztetxe [sede de ocio juvenil y evangelización abertzale], la fiesta... Todo está politizado. Si no vas, te hacen el vacío. Si no quieres eso, tienes que marcharte del pueblo".

El teniente no pretende hacerlo. Óscar ya ha avisado a los suyos de que va a quedarse en Alsasua. Y, desde lo alto del cuartel, seguir soñando.