Mamporreros

Hice la mili con un amigo, una bellísima persona, muy efusivo en las expresiones de amistad, que enseguida se granjeó la simpatía de toda la compañía. Era fuerte y habilidoso y, quizás por eso, el sargento le encomendó el oficio de mamporrero.

Tenía que estar siempre en las cuadras, al tanto del apareamiento entre caballos y yeguas. Y cuando un macho torpe o pequeñajo no acertaba en la cópula la dirección precisa, tomaba con sus manos el miembro del animal y lo introducía en la vagina de la yegua, para que el coito llegara a feliz término.

No pasaron muchos días y mi amigo le empezó a pasar factura su oficio. Pronto se acabaron los abrazos y palmoteos en la espalda de sus compañeros. Como si toda la compañía hubiera recibido órdenes superiores, cada vez que iba a saludar a alguien, todos lo hacían con una leve inclinación de cabeza… ¡¡¡y las manos atrás!!!

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Hace una semana, Íñigo Urkullu, y lehendakari del Gobierno Vasco, entonó el mea culpa en San Sebastián ante un auditorio repleto de víctimas del terrorismo. Y lo hizo tan bien y con tan hermosas palabras (tiene nada menos que a Jonan Fernández como responsable del área de Paz y Convivencia) que algunas víctimas hablaron de un antes y un después en sus relaciones con el Gobierno Vasco.

Pero mientras en Donosti las palabras del dirigente del PNV eran palmaditas en las espaldas de las víctimas, en Pamplona los hechos, los acuerdos entre Bildu y Geroa Bai (coalición de la que forma parte principal el PNV), eran patadas en el trasero y puñetazos en la boca de quienes han sufrido en sus carnes el terror de ETA.

Y con el concurso necesario de Aranzadi (Podemos) e Izquierda-Ezkerra, ya que Bildu sólo cuenta con 5 de los 27 concejales del Ayuntamiento pamplonés, Joseba Asirón va a ser el nuevo alcalde. Legalidad, toda; legitimidad, cero patatero. Por conseguir  Geroa Bai la Presidencia de Navarra, entregar las llaves de Pamplona a Bildu es un golpe mortal para las víctimas. Y muy especialmente para la familia de Tomás Caballero, concejal de Pamplona, asesinado por ETA.

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Pero volvamos con mi amigo y sus caballos...
La mejor yegua de la cuadra se llama Pamplona. El caballo que no da la talla para cubrirla, Bildu. Y los mamporreros que le prestan gustosos su ayuda… pues ya sabéis...

Así que cada vez que os salude un dirigente de Geroa Bai, Aranzadi (Podemos) o I-E, seguís el protocolo: leve inclinación de cabeza, ¡¡¡y las manos atrás!!!
Nos vemos hoy a las 12 en el Paseo de Sarasate