jueves, 2 de mayo de 2013

Fco. de Val: 8. Años 70-84

En la Semana Santa de 1972 vuelve Francisco de Val a su tierra. Y en una entrevista le comenta a la periodista Lola Ester Uruén algunos rasgos de su vida, aficiones y sentimientos que nos dan una idea de quién era y cómo vivía Paco.
“Me quedaré en Zaragoza (esa Semana Santa). Echaré en falta el Círculo madrileño de Bellas Artes, mi Café Gijón, mis amigos…”
En la misma entrevista Paco le confiesa a Lola Ester su pena por no haberse casado y, sobre todo, por no haber tenido hijos. Y le cuenta alguno de sus amores que a punto estuvieron de cuajar en matrimonio.
A fines del mismo año vuelve a las Cinco Villas para presentar una canción dedicada al Santuario de Monlora: “Caminito de Monlora”. Canción que, tras muchos avatares, hoy, gracias al tesón de quienes supieron desolvidarla, podemos escuchar, interpretada por el coro parroquial de Luna.

En el 73 Francisco, dando muestras de su capacidad y flexibilidad, compone dos canciones líricas para el tenor Miguel de Alonso: “Adiós, aldea” y “Te espero en Granada”, dos pequeñas joyas que dan la medida de los quilates que atesoraban Miguel y Paco:



En 1978, en una entrevista que le hace Alfonso Zapater, manifiesta su aragonesismo y su amor a España. Y como muestra del amor a su tierra presenta un puñado de canciones (Sierra de Luna, Las palomas del Pilar…). Es ahora el momento de destacar la vibrante jota “El Moncayo”, que sirve de prólogo a “Llevo dos banderas” de 1972:



En cuanto a los beneficios económicos de sus canciones, reconoce en la misma entrevista que en el último semestre de dicho año 78 había recibido una liquidación de 400.000 pts. procedente de Méjico en concepto de derechos de discos. Y añade que la canción que más dinero le había dado fue “Me pedías un beso”, a partir de la transformación en rumba catalana por Peret en 1968 (Francisco ganó el pleito por su autoría).
Le cuenta a Alfonso sus últimas creaciones, interpretadas por Farina, por Rocío Jurado… Y le habla de la fe que tiene en sus 20 últimas canciones: “para mí son las mejores que he escrito”.

En el 83, ya con 85 años, vuelve por sus orígenes: Villanueva de Huerva, Jaulín… Y le expresa a Zapater que quería instalarse en Zaragoza: “Quiero levantar aquí la catedral de la canción”.
“Se paseaba por las calles de la ciudad del Ebro con garbo veterano, la planta erguida aún, pañuelo al cuello.., y gafas oscuras donde esconder un mundo de sueños que, más tarde o temprano, acabarán materializándose en el pentagrama”
Pero su proyecto último no pudo realizarse. El 13 de enero muere en su último domicilio de la calle Blasco de Garay, nº 8, en Madrid. 

Al día siguiente es enterrado en el cementerio de La Almudena.

2 comentarios:

Echenique dijo...

Jopé Patxi-Desolvidar, estás alcanzando los mejores momentos de inspiración, si es que no los has superado. Así cualquiera es forofo/a!!

Anónimo dijo...

Desolvidar, creo que has alcanzado elculmen , o sea al cenit, porque es tanta la perfección de tu última entrada de Francisco del Val , que da lástima que haya llegado a su fin...Felicidades por la belleza de ese video singular , y espero nos sigas sorprendiendo ,con textos y vídeos maravillosos que van a veces acompañados de palabras y canciones rompedoras y , tristes pero necesarias . GRACIAS PATXI....,
Alma