martes, 23 de abril de 2013

Carmen de Veracruz: mito y realidad


Introducción
Supe de esta cantante cuando, investigando la obra de Francisco de Val, descubrí que era intérprete de preciosas canciones suyas allá por 1950: Me pedías un beso, Qué bonito es mi niño, Lo que tú quieras, Camino del cielo, Si tú supieras, Chiquitines del arroyo (búscalo en la lista)… Francisco ya era un compositor de éxito y Carmen comenzaba su carrera.

sábado, 13 de abril de 2013

Fco. de Val: 7. Años 60

En el 5º piso del portal 69 vivió Fco. de Val
Llegan los años 60 y Francisco está satisfecho (además de por el éxito de sus canciones) por dos motivos que encontramos en una carta de 1959 a sus amigos de Sierra de Luna.
En el primero, Paco es explícito: “Me fui a vivir al barrio más bello de Madrid que es Rosales, Calle Ferraz nº 69, 5º izda.”
En el segundo, pasa de puntillas: “Ya he dejado de jugar”. De Val se había enganchado en los años anteriores al juego. No sólo visitaba el Círculo de Bellas Artes, sino las salas de juego del Casino de Madrid. En una entrevista con el periodista José María Ferrer, ante la pregunta de si había ganado mucho dinero con sus canciones, filosofaba como disculpándose: “Sí, pero se va. Es el destino del dinero: no parar”.
Aunque de siempre había intentado dejar esa adicción, ahora, por fin, lo había conseguido.

viernes, 5 de abril de 2013

Fco. de Val: 6. Años 50

Amigos de Sierra de Luna con Fco. de Val (3º) y Mikaela (2ª) 
(Nota: debido a la cantidad de importantes canciones que Fco. de Val crea durante estos años, me he limitado a colocar un enlace en rojo para algunas de ellas. Os recomiendo vivamente que pinchéis, especialmente en las que no conocéis).

Es curioso que esas dos deliciosas canciones de los años 30 (Alma del tango y El tornado) no hubieran aupado al éxito a Fco. De Val. Quizás, el haber sido considerado como simple letrista de las mismas (dato absolutamente falso. Como ya dijimos, letra y música fluían a la vez de su guitarra), unido al largo e inminente paréntesis de la Guerra Civil hicieron que su éxito no aflorara hasta finales de los 40 con Campanitas de la aldea y Viajera.