viernes, 22 de marzo de 2013

"Un navarro en China", de Francisco Mendiburu, mi tío


Cinco párrafos extraídos del libro "Un navarro en China", publicado en 1996 y escrito por mi tío Paco, 'el de Formosa' (Cemboráin, 1907- Taiwan, 1997). Fue una lectura apasionante, que leí de un tirón y me hizo conocer y querer al hombre que había debajo de esa sotana.
Tened en cuenta que lo que nos cuenta Paco en estos cinco párrafos  sucede entre 1922 y 1931. El libro, por supuesto, recoge toda su vida


"De mis 15, 16, y 17 años poco puedo contar… Comencé a fumar cigarrillos sólo por chulería y para que vieran que ya era mozo. También comencé a salir de paseo con chicas los domingos por la tarde. Algunos amigos teníamos nuestras cenas hasta altas horas de la noche y, a veces, hasta la madrugada de la mañana siguiente. Y, claro, alguna vez vino mi madre a mi cuarto a decirme que no tenía vergüenza, que mi padre ya había ido al campo y yo seguía en la cama.


… Recuerdo que una vez fui a fiestas de un pueblo en el que tenía parientes. Pasé los dos primeros días  charlando, cantando, bebiendo, bailando, etc. etc. No dormí ni un minuto.  Al tercero, ya no podía más y me acosté en la cama, en casa de mis parientes. Debí de quedarme como un tronco, porque mis primos y primas agarraron las cuatro puntas de la sábana y me llevaron en procesión por todo el pueblo cantando y riéndose a mandíbula batiente… y no me desperté.  Después, me metieron en un cuarto de otra casa y me dejaron. Al día siguiente, cuando me desperté, me llevé un susto de muerte: ¿dónde estaba yo?

Unciti
… A los 18 años, un domingo salí de paseo con una chica guapa… Era de Unciti. Pasamos una tarde muy agradable y al anochecer la acompañé hasta su misma casa. Allí nos despedimos hasta el domingo siguiente. No recuerdo si el jueves o viernes de esa misma semana, estaba yo trabajando en el campo y oí que a mediodía, después del  ángelus, las campanas de Unciti comenzaban a tocar a muerto… Yo me dije: “Algún viejo o vieja…”. Y seguí con mi trabajo. Cuando volví del campo me dijeron en casa: “¿Sabes quién ha muerto en Unciti? La Carmen de Heredero”. Era la chica con quien había estado paseando el domingo. En mi casa no se habían enterado. Me quedé frío: ¿cómo es posible que una chica rebosante de salud haya podido morir tan pronto? Una pulmonía doble se la llevó al otro mundo en tan sólo cuatro días.

… Durante 8 ó 9 días estuvimos de maniobras en El Villar de Laguardia (Rioja alavesa). Durante esos días nos cuadruplicaron la paga: en vez de un real, una peseta. El dinero acabó en el bolsillo de los dueños de unas bodegas, que tenían bajo tierra, a las que fuimos una tarde que nos dieron suelta. Para llegar hasta ellas había que bajar muchas escaleras. Era la primera vez que yo veía tal cosa. Allí nos juntamos oficiales y soldados… Agarramos unas borracheras fenomenales. Yo no perdí el conocimiento. ¿A qué se debió? Yo, en Navarra, nunca me había puesto borracho del todo; cuando empezaba a estar más alegre que de ordinario, me daba cuenta y paraba. Pero aquel vinillo tan agradable entraba sin sentirlo. Para cuando lo empezabas a notar, ya la habías agarrado. Y entonces, para volver a casa, no te bastaban los pies; tenías que hacer uso también de las manos… En fin, que nos marchamos del pueblo de El Villar con un recuerdo para toda la vida

… A comienzos de marzo (de 1931) terminé la mili… Volví a mi casa y a las mismas diversiones de antes: bailar en las fiestas de los pueblos vecinos, salir de paseo con las chicas los domingos por la tarde, tener merendolas con mis amigos en la taberna y luego rondar y cantar canciones a las chicas… Pero todo esto no me llenaba como antes. Había días en que volvía a mi casa a eso de la una o dos de la mañana y me sentaba triste a la puerta (1)  . “¿Qué me pasa?”, me preguntaba."

1. El asiento al que se refiere, si pincháis en esta imagen, lo podéis ver junto a la puerta de la casa, a la derecha. Hoy ya no están.
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No tuve mucha relación con mi tío Paco porque fueron muy contadas las veces que vino por su tierra navarra. Fue una pena que la última vez que lo vi, aún no había escrito su libro “Un navarro en China”, en el que, además de su juventud, cuenta sus más de 60 años de misionero jesuita en dicho país.
Si hubiera conocido todos los detalles de su vida, sus peripecias, su lucha (con sólo 5 años de estudios primarios) por conocer ese endiablado idioma (busca 'Mendiburu'), su capacidad para sobrevivir en condiciones imposibles..., le habría felicitado de todo corazón.
Pero también le habría agradecido su sinceridad: por hablar de sus años mozos, de sus balandronadas, borracheras, juergas… con total naturalidad. "Uno no nace fraile", que diría él.
Mi tío Paco, el de Formosa, fue un joven labrador que a los 24 años sintió que ese tipo de vida que llevaba no iba con él y supo encontrar su camino.
Paco, brindo por ti, pero esta vez, si no te importa, con un buen tinto 'Navarra', de tu tierra. Pero eso sí, sin despreciar ese Rioja alavesa de las bodegas de Elvillar que tanto te sorprendió.

Algunos enlaces
Pongo aquí algunos datos y opiniones que voy encontrando en la Red sobre mi tío Paco:

1. Fernando Mateos Bacas, pionero de la sinología española y la enseñanza de español en Asia”, por Luis Roncero Mayor
El libro cuenta las peripecias de Fernando Mateos Bacas (Cilleros, Cáceres, 1920 – Taipéi, 2015. Nombre chino: 沈起元), un jesuita español, filólogo, sinólogo, historiador de la Compañía de Jesús en China, y profesor de español en la Universidad Nacional de Taiwán y en la Universidad Católica Fujen. Destaco lo que se dice ahí de mi tío:
“Era un profesor chino magnífico y también había un padre español de Navarra en primer año que nos enseñaba, Francisco Mendiburu. Con el profesor chino practicábamos conversación y el padre Mendiburu nos explicaba en latín cómo funcionaba el chino. Había un padre español entre nosotros que era lingüista y se enteró enseguida de la estructura del chino. Entonces los mejores en chino eran los españoles. Estábamos todos los padres juntos en primero. Y teníamos un libro donde ponía lo que nos iba diciendo el profesor. Estaba en romanización y al lado en latín. La romanización era Wade-Giles, que es la mejor. En realidad es más difícil para los de lengua inglesa que para nosotros. El profesor navarro nos decía en latín lo que significaba, y poco a poco con ese libro, donde todo era romanización del mandarín de Pekín, iba metiendo caracteres chinos. Venía una lista de los caracteres que iban a entrar en la traducción, y teníamos que repetir con los profesores chinos”

2. Comunismo y amor de Mo Ti:de Carmelo Elorduy
...que participaba también del don de infalibilidad del Gobierno Popular. Con esto, mi cometido se simplificaba mucho; informar de nuestra situación y oír las órdenes. El H. Francisco Mendiburu, un navarro abierto y simpático, llevaba la administración material del Seminario y tenía continuos contactos con la oficialidad del ejército. Con su gran simpatía y con sus ocurrencias, se hizo muchos amigos entre los oficiales menores, con esto, nuestra información de la vida interna de la oficialidad era bastante abundante. Estaban seguros... 

1 comentario:

Ramón dijo...

La verdad que ese libro se lee de una tacada, pues Paco gozaba del don de la amenidad. Yo lo recuerdo siempre sonriente y divertido. Se estaba a gusto a su lado. Creo, Desolvidar, que has hecho un buen resumen de su vida.