miércoles, 18 de abril de 2012

Para ti, Isabel (Croacia 2012)



Era tu primer intento por bajar del autobús y no encontramos otro sistema que echarte sobre mis espaldas. Agradecida, me preguntaste el nombre y, un poco en broma y otro poco en serio, te dije que me llamaba Cristóbal. Me acordé de aquel fortachón que a duras penas consiguió llevar a la otra orilla del río a un Niño. Y es que, aunque tú pesabas muy poco, la carga que, sonriente, llevabas  era muy grande.
Luego ya no hizo falta mi ayuda más que para subir el último escalón. Le habías pillado el tranquillo y ya no consentías más que las ayudas estrictamente necesarias.
A pesar de tu tesón, de tu inmensa fuerza de voluntad y de la emocionante entrega de quienes te acompañaban, no siempre conseguiste admirar de cerca todas las maravillas que nos rodeaban. Recuerdo especialmente el día que fuimos al Parque Nacional de Plitvice... Fue una pena. Por eso te pongo algunas imágenes que no pudiste ver, acompañadas de una música que sí pudiste escuchar. Como verás aparecen unas cuantas "amigas" tuyas: las escaleras. Pero también aparece un barco, dispuesto a surcar los mares. Y una gaviota que volará libre por el aire.
Tú no perdías el humor y aprovechabas la menor ocasión, lo mismo que el Kairós, para sorprendernos con tu alegría, como cuando saliste a bailar con tus muletitas.
En fin, Isabel, quiero (queremos) agradecerte a ti, a tu hermana, cuñado ("compañero del alma, compañero" me cuentan que te dijo tu mujer por tus desvelos) y sobrina por la suerte que hemos tenido de que hayáis venido con nosotros en este precioso viaje.
Eres, sois, lo mejor que nos ha pasado en Croacia.



4 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bonito, Patxi. Qué artista!
Félix Imízcoz

Anónimo dijo...

emocionante.

Anónimo dijo...

Encantador y todo un detalle. Gracias.
JLPM

Etxenike dijo...

Hubo un hombre que tuvo que abandonar Croacia para poder ejercer su libertad, en la confianza de reunirse con su mujer en breve tiempo. Tardaron 12 años en volverse a encontrar. Ese hombre nunca albergó rencor ni odio en su corazón. Optó por ser libre y no esclavo del rencor y del odio, ¿ verdad Erika ?