martes, 6 de diciembre de 2011

Aita, ama, soy español


Suárez, Carrillo... Mil gracias a quienes hicisteis posible la convivencia

6 de diciembre, día de la Constitución española.
Una de las pocas (si no la única), fiestas laicas de nuestro calendario festivo, plagado de festividades religiosas. Un día para celebrar la convivencia y el respeto (o, al menos, la tolerancia) entre los españoles.
Mucha gente puede pensar que para los más jóvenes no tiene mayor importancia este día, ya que siempre han vivido en democracia. Pues, precisamente por eso, son los que con mayor naturalidad y sin complejos en muy pocos años manifestarán su españolidad.
Quienes hemos vivido algunas décadas de dictadura tenemos más motivos para sentir y valorar la diferencia entre ser súbditos atemorizados y ser ciudadanos con pleno ejercicio de nuestros derechos.
Quizás uno de los momentos más trascendentales de la Transición fue éste que nos relata el No-Do del 29.11.76. Tras haber visto durante años de dictadura la férrea unanimidad de las Cortes, uno no puede sino admirar el trabajo entre bambalinas que tuvieron que hacer Adolfo Suárez y Manuel Gutiérrez Mellado para conseguir la aprobación del Proyecto de Ley de Reforma Política. Si hoy podemos seguir celebrando la Constitución, es, sin duda, gracias a ellos:


Pero, a pesar de los 33 años transcurridos desde aquel 1978, sigue habiendo demasiados lugares en España en los que no se puede decir "soy español". Baste recordar los incidentes por la celebración de la victoria de la Selección Española, La Roja, en los Sanfermines del año pasado.
Recuerdo cómo hace no muchos años llevar una bandera de Navarra, sentirse navarro, era para muchos ser un fatxa. Hoy ya no es así y muchos independentistas se han vuelto más navarristas que nadie (eso sí, acompañando su bandera de Navarra con la ikurriña).
Pero defender la bandera de todos, el símbolo de la convivencia de los españoles, el que representa nuestro proyecto común, todavía no ha calado. Ni siquiera en Madrid en el 2008:


El 6 de diciembre es un día para decir con naturalidad, sin exageraciones, sin toros de Osborne, pero sin miedo: "soy español, me siento español, me gusta vivir en España...".
Y estoy serenamente orgulloso de ser español por tres motivos fundamentalmente:
  • Por haber sido capaces de pasar pacíficamente (a pesar de algunos intentos por dinamitar el proceso) de una dictadura a una democracia plena.
  • Por haber construído, desde el Estado absolutamente centralizado del franquismo, el Estado de las Autonomías; autonomías, además, asimétricas, que ha permitido a todos los españoles disfrutar de un autogobierno inimaginable hace 33 años.
  • Por haber derrotado a ETA (al menos como organización armada, ya que todavía hay 284.528 carcamales que, bajo la marca Amaiur, han apoyado, con su voto, esa larga lista de asesinados, mutilados, exiliados, amedrentados, encarcelados, varias generaciones de jóvenes vascos y navarros frustrados...), el grupo terrorista que con más saña ha luchado contra la democracia española, la libertad y los derechos humanos.
Es, pues, hora de salir del armario y decir: "Aita, ama, soy español":


Y de celebrar, como los chicos de Costa en Barcelona en el 2009, nuestra fiesta, la fiesta de la democracia, la libertad y los derechos cívicos. ¡Gracias por ser españoles!


Y, parodiando a Albert Boadella, dejadme que os diga suavecito, al oído, sin que se enteren "ellos" (que diría Arzalluz): "¡VIVA ESPAÑA!"
Me acaba de enviar Víctor Manuel Arbeloa su análisis del tema de la Constitución. Gracias

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Tres cosas hay en España que no las tiene la Unión: Ese vino, esa alegría y, por supuesto, el jamón.
Por no hablar de los poetas y de nuestra constitución.
Brindemos, comamos y abrigaros que hace frio

desolvidar dijo...

Eso hace falta: desenfado, alegría... y un vaso de bon vino, o de sangría.
Gracias, amigo

Ramón dijo...

Por cierto ¿cuantos turistas vienen a España?.Por algo será.Tengo el convencimiento además que este pueblo de pueblos es el más universal.Allí donde hemos ido nos hemos mezclado y no hemos confinado los indios en las reservas.Tenemos también un idioma riquísimo que le está pisando los talones al inglés.Y yo mismo:un Mendiburu-Belzunegui-Itoiz-Sarasa-Elizagaray...,sin permiso de Arzallus,me he casado con una Aletti Montano y puedo permitirme el lujo de seguir llamándome Ramón.Así que a brindar por España con todo el orgullo.¡Gora España!